Por Minuto30.com
La torpeza con que vienen actuando Las Farc hace pensar que, hoy por hoy, los peores enemigos de la paz son ellos. Es pintoresca la estolidez con que defienden su escalada de violencia. Marcos Calarcá le dice a Noticias Uno que los ataques contra la infraestructura no son contra la población civil, sino contra los dueños de ésta. A ver si comprendo, ¿es que acaso los daños ambientales a las fuentes hídricas de Putumayo afectan el capital de los dueños del crudo? ¿Es que el dejar sin luz a la gente de Caquetá y Nariño afecta al ‘sistema económico’? ¡No!; Por favor señores, prudencia.
Uno ya no sabe cómo hacer para defender este proceso, cada vez se va desintegrando el hilo del que pende. La paz se negocia en La Habana, De lo que se trata es de evitar que estos atentados se sigan presentando. La sociedad civil no soporta estos argumentos, menos cuando se queda sin luz y sin agua para consumir, menos cuando desde diferentes esquinas los pretendientes de la guerra le siguen echando leña al fuego.
Las Farc están dando los insumos para que el proceso pierda la poca legitimidad de la que actualmente goza.
Es cierto que en algunas ocasiones les asiste la razón, verbigracia, cuando arguyen que en este país los medios no han cubierto de manera responsable el conflicto; naturalmente, eso conduce a que todo ataque de la insurgencia sea denigrado. Y no existan los atenuantes que permitan matizar las circunstancias en que se lleva a cabo la lid.
Ahora bien, en vez de sacarle provecho a esa condición, lo que estos señores están haciendo es dándoles más razones a los opositores del proceso para que las conversaciones o bien se suspendan, o sean objeto de sinuosas propuestas como aquella que pide la concentración de los farianos en un territorio. Es decir, los opositores están aprovechando el momento para ocultar sus nebulosos intereses. Y las Farc, que venían dando muestras de compromiso, están cayendo en ese juego. Pues por “legítimos” que sean sus ataques, en el país cuyas fuentes de información son Noticias Caracol y RCN, es difícil que alguien les comprenda. Y hasta uno, que nunca ha puesto en duda de las bondades de la eventual desmovilización, que sabe que la guerra no se puede financiar vendiendo empanadas, termina por indignarse.
Ahora, es cierto que es imperativo considerar un cese de hostilidades bilateral, que fue imprudente el asesinato de Jairo Martínez, pero eso no debería ser el motivo para arremeter contra la población civil. Menos para defender sus ataques aduciendo que dichos ataques no son contra ‘Juan Pueblo’.
Hombre, si su idea es presionar al gobierno, deberían ingeniárselas de otra manera, porque a pesar de que por un lado con su andanada de golpes demuestran capacidad ofensiva, por otro se ganan la ya establecida animadversión de la sociedad civil. La más importante. Por la que deberían estar propendiendo, dado que ellos saben de primera mano que la paz no puede ser por decreto.
Las Farc apelan al ambientalismo cuando es de su conveniencia, así como también hacen malabares con el Derecho Internacional Humanitario. Hablan como si de verdad se tratara de un conflicto en el que hay un país dividido entre pro insurgencia y anti insurgencia; pero lo cierto es que a las Farc no las quiere nadie. Y están haciendo todo para que la oportunidad histórica que se les ha ofrecido termine en otro proceso fallido.
Ciertamente, a Santos también la ha faltado gallardía al momento de tomar decisiones fundamentales en aras de la salubridad del proceso. Pero de eso podemos hablar después.
Entre tanto, conviene hacer un llamado de atención al secretariado de las Farc: señores, ustedes saben en qué país viven, bajo que sesgos se presenta la información; ustedes saben que así den gestos de paz, en algunos medios va a haber lugar a la reticencia. ¿Por qué insistir entonces en esa escalada de violencia? La invitación es a dejar al soslaye la soberbia.
@VillanoJair
http://www.minuto30.com/la-soberbia-de-las-farc/353865/