Diariodelsur
La crisis petrolera provocada por el desplome de los precios internacionales del petróleo tiene tambaleando la economía de diversas regiones productoras del país. Putumayo no ha sido la excepción pues según estimativos de los gremios la desaceleración del sector ha provocado el despido de 3 mil personas en menos de un año.
Hoy por hoy el 52 por ciento de la economía del departamento está al vaivén de los altibajos del sector. Por cuento de ello, organizaciones como la Cámara de Comercio del Putumayo han hecho un urgente llamado al Gobierno y a las empresas para que se formulen estrategias que permitan ‘capotear’ la crisis.
En medio de esa coyuntura, el presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo, ACP, Francisco Lloreda, arribó este fin de semana a Mocoa para adelantar un conversatorio a fin de conocer de primera mano la situación que afronta la región y analizar de manera conjunta con las autoridades locales así como con los sectores productivos fórmulas que contribuyan a diezmar los coletazos que sacuden municipios como Puerto Asís por cuenta del difícil momento que vive la industria.
En diálogo con DIARIO DEL SUR, Lloreda aseguró que no sólo los bajos precios del
crudo tienen en jaque a la actividad económica sino también aspectos como el régimen tributario y los paros campesinos e indígenas registrados en zonas como el Bajo Putumayo. Indicó que la producción mensual de un millón de barriles en el país está en riesgo.
¿Por qué es el relevante para la ACP tomarle el pulso a la realidad que vive la industria en Putumayo?
La industria petrolera ha sido importante para Putumayo y Putumayo ha sido importante para la industria. En momentos de crisis es necesario establecer un diálogo más continuo con las autoridades y fuerzas vivas del departamento no sólo para que tengan conocimiento de primera mano sobre cómo estamos afrontando la situación sino para escucharlos y entender más clara y directamente las inquietudes que tienen.
Por cuenta de la descolgada de los precios del crudo y el alto costo de las operaciones, en el departamento temen que se paralice la producción, ¿eso va a pasar?
Sería un error que la industria disminuyera su presencia en el Putumayo no sólo porque es uno de los departamentos con un potencial importante sino porque es una actividad beneficiosa para el país pero también para el departamento. Lo anterior no significa que por la situación de crisis no se vea afectado en materia de exploración y que algunos de los proyectos de desarrollo en materia de producción adquieran un ritmo distinto pero repito que sería un error que la industria disminuyera su presencia en Putumayo.
Este año Ecopetrol redujo sus gastos de inversión en la región en un 30%, ¿ello no va progresivamente en esa línea?
Debemos distinguir. Una cosa es el que la industria desee continuar con una presencia importante en Putumayo y otra que la industria y sus empresas estén necesariamente abocadas a apretarse el cinturón. Infortunadamente se dio una reducción significativa en las operaciones y otra serie de factores que hoy en día hacen difícil la actividad petrolera en el país que se termina traduciendo una reducción de los gastos de sostenimiento y las inversiones.
Las autoridades y los gremios están pidiendo ‘salvavidas’, ¿qué ha planteado la ACP para encarar este difícil momento de la industria?
Hemos venido trabajando con el ministerio de Minas en medidas que contribuyan a amainar el golpe porque infortunadamente la crisis del petróleo golpea significativamente al país. Pero también hay un impacto para las regiones por eso hemos creído que hay que buscar formas para que la industria siga como lo ha hecho hasta ahora en Putumayo.
Exploración está por el suelo
Ante la coyuntura, las empresas se han visto obligadas a optimizar la producción y a desacelerar la exploración, ¿qué tan grave ha sido esa caída?
El aumento de precios en unas semanas no ha sido ni será suficiente para dinamizar la industria. Prueba de ello es lo que ha ocurrido la exploración está prácticamente paralizada, hace un año a esta fecha se habían perforado 52 pozos exploratorios, en lo corrido del año van 9. Esa es una caída en el 82 por ciento.
Pero ello es un riesgo ante las reservas prácticamente contadas, ¿cuál sería entonces el precio ideal para estimular la búsqueda de nuevos yacimientos?
El WTI sigue bajando de nuevo. Frente a cuál es el precio ideal no es fácil responder porque depende del tipo de explotación, hay unas empresas que requieren métodos más costosos. Otras pueden producir con unos precios menos altos. Basta mirar lo que está pasando: el precio está entre 50 y 60 dólares, la actividad exploratoria está caída y existe el riesgo de que no se puede sostener la producción de un millón de barriles
Volviendo a los precios, qué ha hecho la Organización de Países Exportadores del Petróleo, Opep, para jalonar la cotización del hidrocarburo?
No debemos hacernos falsas ilusiones porque lo primero que vemos es que en el mundo se está produciendo más petróleo que hace 6 años. Los países de la Opep en el lugar de reducir la oferta la han incrementado, similar ocurre con Estados Unidos fruto del fracking. Hay una oferta más creciente que la demanda, ello hace que la industria no levante cabeza por eso no es fácil prever en el corto plazo un incremento razonable de los precios para el mundo y para Colombia.
En esa puja dispareja entre oferta y demanda, ¿cuándo resurgirá la industria?
Cuando uno hace un análisis de distintos factores no queda de otra decir que tardará un tiempo importante para que los precios se recuperen para que en Colombia sean razonables y lo de digo para Colombia porque las condiciones en nuestro país en materia tributaria hacen que se requieren precios más altos para que muchos proyectos salgan adelante.
“Hay que rodear al sector”
Frente a la aguda situación que viven localidades como Puerto Asís, ¿cuál es el mejor camino para zanjar la crisis?
Hay que buscar construir un entendimiento y un consenso con los habitantes del Putumayo sobre la importancia de la industria para su desarrollo, es paradójico que cuando la industria está en buenos momentos recibe críticas y en malos momentos también. Por ello lo primero es entender que es una industria importante y que debemos buscar la manera de rodearla.
¿La solución únicamente está en el repunte del precio en los mercados internacionales o hay otros aspectos que asfixian a las empresas productoras?
Hay que entender que no solo son los precios los que están mermando la productividad, también el régimen tributario está afectando al sector. Algo muy importante también son los conflictos sociales, se han reducido los atentados pero las vías de hecho han crecido de manera sustancial lo cual se ha convertido en una barrera para la competitividad. Por ello es importante que busquemos una construcción de confianza con las comunidades.
Por último creo que en el Putumayo así como en otras regiones están pidiendo a gritos una presencia decidida del Estado colombiano y desde la asociación hemos propuesto apuestas ambiciosas de desarrollo social, proyectos estratégicos para respaldar la labor que desarrolla el sector. En ese sentido en el Plan Nacional de Desarrollo se incluyó avances distintas direcciones. Hay un gran desafío. Pero se está trabajando en ello.
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