Sobre la crisis económica y social del Putumayo
Al igual que “no hay estímulo sin respuesta”, la ley de causa efecto nos señala que “no hay efecto sin causa”, como también que “no hay causa sin efecto”.
La difícil situación económica y social por la que atraviesa el departamento del Putumayo comprueba su veracidad: los bloqueos de las vías, las manifestaciones, la toma de instituciones y los paros, son efectos innegables de causas que deben atenderse o tratarse adecuada y oportunamente por parte de quienes tienen el poder de decisión en los municipios, el departamento y la nación. El no hacerlo agrava las situaciones y el hacerlo a medias soluciona la problemática temporalmente hasta que por acumulación de factores negativos vuelven a explotar con consecuencias impredecibles y difíciles de manejar.
La solución a los problemas económicos y sociales del Putumayo no está en el incremento de la fuerza pública y la represión de la protesta social, la solución está en la toma de decisiones económicas y socialesque deben provenir del Estado colombiano que se precia de ser un Estado social de derecho, democrático, justo, equitativo.
La verdad es que la copa se ha rebozado porque el Estado colombiano y sus instituciones han sido incapaces para atender las necesidades y solucionar los problemas de los putumayenses, porque reiteradamente les ha mentido a sus gentes, porque han pasado por encima de sus derechos, porque al Putumayo se le ha dado un trato injusto e inequitativo.
Obras son amores y no buenas razones:no más comisiones ineficaces, no más acuerdos timadores, no más represión, no más fumigaciones, no más olvido, atraso y miseria, los putumayenses merecemos un trato justo y equitativo.
Solo la unión posibilitará un trato digno, es hora para que todas las fuerzas políticas, económicas y sociales se unan para exigir al Estado lo que en justicia nos corresponde.
Jaime Armando Erazo VillotaMocoa, 25 de agosto de 2014