Por Andrés Montenegro Dávila
“Una vez llegada la desgracia, de nada sirve quejarse” Esopo.
Pues sí, no hay mejor manera para iniciar este escrito que citando al fabulista Esopo, la frase perfecta, la pieza que encaja, el eslabón perdido literalmente encontrado.
Lastimosamente es la frase que representa nuestro pueblo; ah eso sí, a diferencia de que sí podemos llegar a cambiar esta desgracia tan peculiar a la que estamos diariamente sometidos, gracias a estar rodeados de “políticos” mediocres y mezquinos que descaradamente e ignorantemente llamamos “Líderes”.
Vamos a lo etimológico y para ser mainstream – recurramos a otro contexto lleno de mediocridad e ignorancia – la famosa Wikipedia donde alcanza a definir la palabra “Líder” como es aquella persona encargada de que todo salga bien, pero señores seamos sinceros y justos ¿todo salga bien? ¿A caso las cientos de situaciones que nos encontramos a diario están bien? Eso sí, cabe aclarar qué seguimos alabando y no quiero llegar a ser desorbitado y exagerado en este pobre escrito, incluso llegamos a idolatrar a ciertos candidatos políticos qué poco progreso traen y por el contrario traen consigo atraso y postergación para nuestro departamento, pero así mismo, nosotros no nos quedamos atrás; eso sí, seguimos quejándonos de la mala, gris y mediana administración de nuestro recursos.
Es entonces donde viene mi pregunta ¿Sí tanto nos quejamos por qué seguimos apoyando a estos personajes tan singulares?
Entonces automáticamente y como por arte de magia me respondo a mí mismo: por una conveniencia absurda e hipócrita; sí señores, hipócrita porqué nos quejamos, nos quejamos y nos quejamos sin embargo seguimos depositando votos y más votos a cambio, cargos en entidades públicas, privadas con nombramientos o lo más populoso que son los supuestos “contraticos” sin ver las consecuencias qué estos intereses nos traen a todos.
Con lo poco que escribí acerca de esta problemática no quiero ofender, ni herir sus susceptibilidades solo intento explicar con claridad y de manera directa todo lo que todos sabemos pero muchas veces lo callamos no queremos ver pero sí invito a que lo pensemos dos veces, dejemos de tirar a la basura nuestro derecho al voto y lo depositemos atendiendo la calidad de propuestas que nos presenten para así en un futuro no muy lejano cambiar nuestro departamento.