ElUniversal -COLPRENSA
Así se afirmó durante la mesa redonda sobre el papel de los medios de comunicación durante el proceso de paz, que se realizó este 3 de mayo en la Universidad Javeriana. Allí participaron los directores de varios medios de comunicación junto con algunos representantes del Gobierno, del Congreso e invitados internacionales.
De acuerdo con Alejo Vargas, director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz de la Universidad Nacional, quien también participó en el foro, los medios de comunicación juegan un papel fundamental durante el proceso de paz y el postconflicto «no solo para realizar su labor informativa, sino también para realizar una labor pedagógica».
Según él, esto es muy importante, sobre todo en contextos en los que se está dando un gran cambio político y social en el país. Agregó que con el fin de que haya información y formación completa y veraz en el marco de un postconflicto, es necesario que los medios de comunicación informen basados en la investigación.
En este sentido, Vargas hizo una crítica a los periodistas de la actualidad quienes, según él, están muy mal informados sobre el conflicto y el proceso de paz, por lo que tienden a hacer mal su trabajo. Para Vargas, esto es en gran parte culpa de las escuelas de periodismo, las cuales «deben enseñar a sus estudiantes a desenvolverse en el contexto en que viven».
Este tema también fue resaltado por el senador Roy Barreras, quien afirmó que un país no puede hacer una reforma o un cambio social «ante un pueblo cínico y desinformado».
En este sentido reiteró la importancia de informar sobre lo que ha sucedido frente a los diálogos de paz, en los que se ha criticado la supuesta impunidad que estos traerán si se concreta el acuerdo. Según él, «los medios deberían dar a conocer que el tema de la impunidad está totalmente descartado y el de la justicia es algo que, ni siquiera se ha discutido».
También hizo un llamado a todos los medios de comunicación para que «no se mantengan neutrales frente a los diálogos de paz» y que hagan a la sociedad tomar consciencia de la importancia que estos tienen para el país.
El representante a la Cámara, Iván Cepeda, respaldó la importancia del proceso, al asegurar que «no hay nada más rentable para el país, tanto en términos económicos como sociales, como la paz». Para ello sugirió que los medios de comunicación hagan un cambio del lenguaje de guerra hacia uno de postguerra.
Así lo reiteró el ministro del Interior, Fernando Carrillo quien dio un mensaje a los opositores del proyecto diciendo que «la paz no es entregar el país al diablo», sino detener la guerra buscando justicia para las víctimas y justicia social para el país.
También enfatizó la importancia de involucrar a las diferentes regiones del país en la negociación del fin del conflicto, porque según él, «la paz bogotanizada no sirve». Recordó los diálogos de paz realizados en la región del Caguán durante el gobierno de Andrés Pastrana, los cuales «a pesar de realizarse en una región afectada por el conflicto eran muy centralizados» y luego terminaron en fracaso.
Otro punto de la discusión se dio en torno al cubrimiento de las próximas elecciones en las que, de concretarse el acuerdo de paz, participarían algunos actores armados que se desmovilicen. En este sentido algunos directores de medios lo consideraron un desafío por la dificultad de representar a los antiguos actores armados como candidatos y funcionarios activos de gobierno.
El director del periódico La Patria de Manizales, Nicolás Restrepo, afirmó que desde el cubrimiento del proceso de paz ya hay un roce clarísimo entre los intereses del Gobierno y la guerrilla. «Mientras el Gobierno quiere guardar total prudencia sobre el tema, la guerrilla tiene un afán de reivindicarse ante el mundo».
Para él, hay un reto muy serio en términos de cubrimiento para un postconflicto, dado que «se necesita saber hasta dónde el proceso de arrepentimiento y reconocimiento de las faltas cometidas por la guerrilla sea sincero». Según Restrepo, hay que apuntarle a entender las dinámicas de la participación política de los que eran actores armados para dar un cubrimiento adecuado en torno a las elecciones que se acercan.
Pero no solo hay que incluir a las regiones principales como Antioquia, la Costa Caribe y el Valle del Cauca. Según Alfonso Ospina, director de la agencia de noticias Colprensa, «es necesario fortalecer la comunicación con las regiones más apartadas del país, que son las que más sufren el conflicto». Regiones como el Putumayo, los Llanos Orientales, el Chocó y San Andrés y Providencia están completamente excluidas, al punto de que es muy difícil escuchar noticias desde allá. Para él, si no se mejora la calidad en las comunicaciones en las regiones más apartadas del país, va a ser muy difícil conocer todos los puntos de vista en el postconflicto.
«Y no solo se trata de invertir en infraestructura, antenas de radio y demás, sino de tener personal capacitado y con estudios en comunicación y periodismo en esas regiones», afirmó Ospina. «Hay que invertir en las personas que hacen periodismo, es fundamental para que el trabajo tenga calidad y se pueda informar a la gente en el marco del postconflicto regional», concluyó.
EXPERIENCIAS DE OTROS PAÍSES
Durante la mesa redonda, se proyectó un video en el que el político nacionalista de Irlanda del Norte, Conall MacDevitt, a partir de la experiencia de su propio país en las negociaciones con el grupo IRA, aconsejó a los medios colombianos unirse en apoyo a la paz.
Según él, durante las negociaciones con el IRA y los movimientos nacionalistas de Irlanda del Norte con el Reino Unido, varios medios de comunicación con visiones completamente opuestas en términos políticos se unieron «para mostrar su apoyo a la negociación y para promover la paz».
Por su parte, el periodista bosnio Refik Hodzic, Centro Internacional para la Justicia Transicional (Ictj por sus siglas en inglés), habló sobre los modelos de justicia transicional que se han aplicado en otros países y el que se necesitaría para tener una construcción de paz exitosa en Colombia.
La primera claridad que hizo fue que la justicia transicional no puede entenderse como impunidad. Para él, ésta «debe entenderse como el análisis de las necesidades que tiene un país en un momento y en un espacio determinados».
En esta medida, los medios de comunicación son actores claves porque se está presentando un proceso de cambio social. «Los medios no pueden ser simples observadores, no pueden simplemente presentar los hechos, sino que deben dar un contexto para que sea posible analizar esos hechos», afirmó. Además juegan un rol muy importante en ayudar a reducir la polarización de la sociedad.
Para él como especialista, «los debates que se plantean en la sociedad, como el de la justicia transicional, deben ser moderados por profesionales», más lo que agregó que los periodistas y los medios son esos profesionales.
«Esa es la importancia y la responsabilidad del trabajo que cumplen los medios en momentos como este que vive Colombia», afirmó. Por eso «la forma como se moldea la opinión pública terminará por influenciar la manera como se defina la justicia transicional en el país».
Hodzic, mencionó como caso exitoso de aplicación de justicia transicional al de Sudáfrica, recordando igual que «ningún caso será adecuado para replicarlo en otro sitio, porque cada proceso de justicia transicional surge de las complejidades propias de cada sociedad».
Lo que más destacó del caso Surafricano es la forma como los medios cubrieron el trabajo de la Comisión de la Verdad desde 1996. Allí todos los medios brindaron acceso amplio a los testimonios que se escucharon, por más dramáticos que fueran.
Además hubo transmisiones en directo de las audiencias y hubo programas diarios en las principales cadenas de televisión, en el mejor horario, para informar y analizar lo que se iba avanzando en la Comisión, siempre dando énfasis a las historias humanas.
Para él, este es un muy buen ejemplo de lo que debe hacer la comunicación pública y privada en el marco de un postconflicto.
También mencionó un ejemplo negativo del papel de los medios, como el de Perú. Allí el trabajo de los medios de comunicación fue como una continuación del conflicto con otras formas.
Los medios se dividieron entre los que apoyaban a Fujimori, quienes criticaban todo el funcionamiento de la Comisión de la Verdad, y los que estaban contra él, que se enfrascaron en exagerar los logros de la Comisión. Esto condujo a que nadie se concentrara realmente en cubrir el trabajo de investigación, por lo que el país perdió una oportunidad de saber la verdad.