Por: Representante a la Cámara Guillermo Rivera
Dos habituales columnistas de este portal han hecho mención en recientes escritos, a mis actuaciones frente al subsidio de combustibles y mi ponderación de la gestión del Señor Gobernador.
Uno de ellos es prisionero de la desinformación porque me reclama que después de 12 años de representación parlamentaria, apenas se abre camino la posibilidad del anhelado subsidio. A él hay que informarle que a partir del año 2003, gracias a nuestra gestión, los Putumayenses no pagamos ni el IVA, ni el imporrenta cuando consumimos combustibles, por eso el precio de la gasolina en Putumayo es menor al del Huila o el Caquetá, sin embargo, hace un par de años para evitar el contrabando, el gobierno nacional empezó a subsidiar el consumo de combustibles en algunas zonas de frontera. Dado que ello estaba ocurriendo en Nariño, desde el año pasado empezamos con los gobernantes que terminaron su período el 31 de diciembre de 2011, a plantearle al gobierno la necesidad de incluir al Putumayo en ese esquema de subsidios y se nos dijo que esa política finalizaría en marzo de 2012. Como ello no ocurrió y por el contrario se expidió una nueva resolución de prorroga de la medida, reiniciamos la gestión para que Putumayo sea destinatario de dichos subsidios.
El otro columnista se declara sorprendido por mi ponderación a la gestión del Gobernador y con cierta dosis de suspicacia sugiere que busco granjearme el apoyo del mandatario seccional. Me sorprende que el columnista, que trabajó a mi lado y me conoce bien, no recuerde que no tuve cálculo electoral cuando puse en conocimiento de las autoridades las actividades de DMG, que tampoco lo tuve cuando le declaré la oposición a un gobierno nacional, que era muy popular, pero que nunca compartí su estilo autoritario y su tendencia a resolver el conflicto armado del País por la exclusiva vía militar, en la que no pocas veces apeló “al todo vale”. Para mí en política, las personas no son buenas, regulares o malas por su filiación partidista, lo son por su comportamiento y creo que a juzgar por el del Señor Gobernador estoy en la obligación de reconocer que en estos 8 meses de ejercicio de gobierno, ha desarrollado un interesante liderazgo en el que nos ha convocado, sin distingos partidistas, alrededor de la búsqueda de salidas a los problemas que aquejan a la región. He recibido sus invitaciones para acompañarlo en las gestiones para resolver las dificultades del sistema educativo, de salud, para buscar el subsidio al consumo de combustibles y para darle el manejo adecuado a la movilización indígena – campesina que ocurrió hace cerca de un mes. Decía en reciente entrevista, concedida a la Revista Semana el Profesor Antanas Mockus, que una de las características de las sociedades pre modernas era la ponderación de la lealtad a las personas, en tanto que en las sociedades modernas la lealtad se predicaba de las instituciones. Me resisto a creer que este columnista, que dicho sea de paso se ha formado en Colombia y en el extranjero, no advierta en mi comportamiento una lealtad institucional que al Putumayo le hace mucha falta, sobre todo cuando somos prolijos en promover a quienes vienen desde otros departamentos y somos renuentes a destacar nuestros propios valores.
Espero que mis anteriores comentarios les ofrezcan a los lectores un punto de vista distinto al escrito por los columnistas habituales, a quienes les respeto su libertad de opinión y los felicito por incursionar en el periodismo libre que es pilar fundamental de toda democracia.