Noventa madres de familia que hacen parte de la Asociación de Mujeres Afrodescendientes Víctimas del Conflicto encontraron la reconciliación en el ecoturismo, la gastronomía y la manufactura.
Juan Miguel Narváez Eraso
En el ecoturismo, la gastronomía y las confecciones, 90 familias de cinco municipios del departamento del Putumayo, que a lo largo de dos décadas padecieron por cuenta de la violencia, encontraron en la Amazonía colombiana la fórmula para reconciliarse y emprender a partir de la sostenibilidad ambiental y las manufacturas.
Para María Carlina Esterilla, representante legal de la Asociación de Mujeres Afrodescendientes Víctimas del Conflicto en el departamento del Putumayo, la adversidad y la violencia en todas sus manifestaciones no fueron impedimento para agremiarse y luchar por aquellos anhelos que, según ella, les permitirá alcanzar la paz.
Son 90 mujeres afrodescendientes que en el Valle del Guamuez y en los municipios de San Miguel, Orito y Villagarzón unen a sus territorios y visibilizan su cultura a través de los paseos ecológicos que promueven en el parque Ecológico y Recreativo Lago Agrio, en el ‘Fin del Mundo’, en los ríos Rumiyaco, Caliyaco y en el Salto del Indio.
Frente a esas iniciativas que fomenta la solidaridad, María Carlina asegura que el desarrollo de tres líneas productivas facilita la generación de recursos económicos para todas las mujeres afrodescendientes, particularmente para las madres cabeza de hogar.
“Hasta el primer trimestre del año 2020, muchas de ellas se ganaban el sustento diario en las plazas de mercado, en casas de familia y en la agricultura, pero lastimosamente la pandemia del Covid-19 las dejó en la miseria”, dijo la lideresa social.
Y en vista de ello, subrayó que la agremiación decidió apoyarlas con la ejecución de proyectos gastronómicos, de belleza y de plantas medicinales que entre otros proyectos fueron gestionados ante diferentes instituciones públicas.
“Esas líneas productivas que tienen como objetivo rescatar nuestra cultura, las estamos implementando con ayuda de las alcaldías de los municipios del Valle del Guamuez y lo más importante es que nos estamos acogiendo a los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET)”, expresó la dirigente gremial.
Aunque afirma que varias de ellas mejoran sus ingresos económicos a partir de la porcicultura, otras lo hacen a través del arroz con coco, el pescado asado y las cocadas. A la vez destaca que dichas propuestas les están generando mucha satisfacción familiar y por eso exalta que muchas de ellas llevan a cabo sus emprendimientos en sus viviendas, terminales de transporte terrestre o en las plazas de mercado.
“Me siento contenta con esta labor porque siento que 18 años después de creada la asociación, está dando frutos. Y por ello es tan grato saber que muchas jóvenes y adultas se ganan la vida comercializando el tradicional y delicioso pusandao, el cual se prepara con carne serrana, cebollas, plátano, papa, pollo y huevo”, dijo.
Para continuar fortaleciendo la convivencia social, impulsar la resolución de conflictos y apoyar la justicia, la representante afirma que los más de 15 mil afrodescendientes residentes en el departamento del Putumayo lideran acciones sociales para contribuir en la construcción de la paz.
Identidad y moda
Mientras en el municipio del Valle del Guamuez y en sus alrededores un grupo de madres de familia de la comunidad afrodescendiente sobresale a partir de la agricultura y la gastronomía, en Puerto Asís, la juventud impulsa la moda textil.
“Las jóvenes afrodescendientes somos emprendedoras y a partir del emprendimiento comunitario llamado ‘Shuska’ me dedico a diseñar, producir y comercializar prendas de vestir y biojoyas elaboradas con fibras naturales y semillas autóctonas de la costa Pacífica y de la Amazonía colombiana”, manifestó Neila Preciado, artesana e integrante de la Red de Mujeres Recolectoras de Semillas.
Cada artículo está cargado de una rica y variada historia que transmite emoción y genera conexión con la narrativa de la mujer rural y afrodescendiente. Por eso, para la elaboración de artículos que hacen parte de la bisutería tradicional, se aprovechan las fibras de bejuco, yaré y piyandé.
“Para las prendas de vestir y turbantes se utilizan bases textiles como rayón, chalís tipo A, lino español y seda mixta. Mientras las biojoyas las comercializo en Toulouse (Francia). Las prendas de vestir encantan en las principales ciudades de Colombia”, dijo.
Exposición en Alemania
La originalidad y calidad de sus productos le abrieron las puertas de la moda textil en el extranjero, por eso Neila anunció que para agosto de este 2022 fue invitada a una feria internacional de moda tradicional que tendrá lugar en Berlín (Alemania).
“El evento se efectuará a través de la Cumbre Mundial de Comercio Justo de la cual hago parte desde el 2018. Actualmente resido en la vereda La Primavera de Puerto Asís y este bonito ejercicio me ha dado la oportunidad de dar a conocer todas las bondades naturales y sociales que identifican a este hermoso territorio del bajo Putumayo”, expresó.
Cada vez que hace presencia en los escenarios nacionales y extranjeros, argumenta que otra parte del mundo descubre que una putumayense que representa a la Amazonía colombiana, muestra detenidamente cada uno de los detalles de la cultura afrodescendiente.
“Por ello y mucho más, es importante tener en cuenta que, en el departamento del Putumayo, habitamos seres humanos orgullosos de nuestra raza. Somos mujeres que creemos en los procesos de transformación social, los cuales se reflejan en las miradas de los niños y en sus sonrisas cargadas de gratitud y esperanza”, expresó Neila Preciado.