RCNRadio – En las últimas semanas, los municipios de Puerto Leguízamo y Puerto Guzmán, han sido focos por la cruda violencia.
La coordinación de Unidad de Víctimas de Leguízamo, confirmó el desplazamiento de treinta y cinco familias provenientes de la comunidad de Bellavista del pueblo indígena Murui Muina, zona rural de la jurisdicción, luego de la masacre de siete personas que se registró en el pasado mes de diciembre, poniendo en riesgo la tranquilidad y seguridad de los habitantes, por la incursión y presencia de grupos armados ilegales que operan en la zona.
Fabio Larrarte, enlace de víctimas del municipio, indicó que se están brindando el acompañamiento y la atención inmediata, ya que varias familias han tenido que emigrar a otros departamentos cercanos por amenazas.
“Hemos entregado kits de alimentación, colchonetas e implementos de higiene. Se estima que se que pueda generar más desplazamientos dentro del territorio, ya que el municipio es binacional, lo que genera la presencia de grupos armados dentro de los resguardos indígenas», así lo dijo Larrarte.
Puerto Leguízamo, cuenta con tres alertas tempranas por los constantes hechos de orden público que se registran en la zona. La Defensoría del Pueblo también informó que en el municipio de Puerto Guzmán, se han reportado el desplazamiento forzado de más 14 familias, tras los asesinatos de tres hombres que llegaron dentro de una canoa a Curillo, Caquetá, en los últimos días.
“Mediante la alerta 001 la cual prioriza el municipio de Puerto Guzmán, Piamomente Cauca y tres jurisdicciones del Caquetá, se hicieron más de 42 recomendaciones a diferentes instituciones del Estado. Lo lógico es que se deberían cumplir de manera inmediata y, que las autoridades pongan la mirada nuevamente”, así lo dijo Jhon Ordoñez, defensor del Pueblo de Putumayo.
Asimismo, la Red de Derechos Humanos del Putumayo denunció amenazas a varios defensores de la organización a través de panfletos que circulan por redes sociales, provenientes de grupos armados.