NoticiasCaracol – Campesinos aseguran que el Estado los abandonó en el proceso de la sustitución de cultivos. Policía tiene nueva estrategia con grupo especial antinarcóticos.
El Putumayo es el escenario de una guerra por la coca que se libra entre dos bandas. Durante un operativo, el Esmad protege a los erradicadores de la lluvia de piedra y palos que lanzan algunos campesinos para evitar la aspersión con glifosato de casi seis hectáreas de hoja de coca.
Llegar hasta el punto no es nada fácil y, por eso, el operativo es planeado milimétricamente.
El operativo tiene un alto riesgo, porque esta zona del sur del país es dominada por dos poderosos narcos que viven su propia guerra a sangre y fuego por los cultivos ilícitos. Se trata de alias Iván Márquez y su enemigo, alias gentil Duarte.
La Policía hace frente a esta guerra con una nueva estrategia de erradicar en tiempo récord pequeños cultivos, así lo explica el general Ricardo Alarcón, director de la Policía Antinarcóticos:
“Tenemos que ser muy ágiles, el tiempo que más gastamos es en hacer la inspección de seguridad con nuestros caninos”.
Aunque durante este operativo no se presentaron enfrentamientos, en otras zonas los ataques son permanentes.
“Este año, a nivel nacional, un total de 139 bloqueos aproximadamente. En esta zona del país por lo menos el 30% de esos bloqueos se han presentado acá”, señala Alarcón.
Incluso usan trampas y armas para tumbar los helicópteros o los impactan con fusiles.
“Lo que hacen es dejar un árbol en todo el centro del cultivo, extienden un tipo de sogas que obviamente ponen en riesgo la aproximación de las aeronaves, igualmente algunas especies de sondas que son utilizadas en otras partes del país con las que agreden a los uniformados, unas con piedras que se convierten prácticamente en proyectiles”, dice el general.
Zonas donde la guerra es aprovechada por narcos mexicanos.
“Pertenecen a los 45 carteles que hay en México. Nosotros tenemos unificadas esas zonas donde llega, por ejemplo, Jalisco Nueva Generación que está hacia el norte del país”, indica.
De otro lado, dueños del cultivo, que pidieron no ser identificados, explicaron que la cosecha era el sustento de su familia, ya que por una propuesta reemplazaron por unos meses el cultivo de coca por el cultivo de yuca, pero, aseguraron, que todo su esfuerzo e inversión se perdió, porque el producto se pudrió al no tener cómo sacar la cosecha de la zona.
Ante esa denuncia Noticias Caracol consultó a Emilio Archila, alto consejero para la estabilización, quien aseguró que el Gobierno nacional si ha cumplido y que prueba de ello es que son en este momento 100 mil familias las que están completamente atendidas.
Este grupo especial Pecat tiene como misión de radicar 43 mil cultivos ilegales, especialmente en el Bajo Cauca antioqueño, San José del Guaviare, Putumayo, Caquetá y sur de Bolívar, antes de terminar este año.