Leguízamo con sabor a panela

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En el kilómetro 8 de la vía que comunica a Puerto Leguízamo con el corregimiento La Tagua, se encuentra la finca de don Teodomiro Farfán, un hombre que se dedica al cultivo y al procesamiento de la caña panelera. La miel, el jugo de caña y la panela, han sido el sustento de su familia desde hace 21 años.

MARTHA CECLIA RENTERÍA M

El jugo de caña y la miel que consumen los leguizameños la produce la Asociación de Cañicultores de Leguízamo – ASOCALEGF, una microempresa familiar que emergió del corazón de un hombre trabajador y se hizo realidad en tierras del municipio de Leguízamo, Putumayo, hace 21 años.

Teodomiro Farfán, llegó a esta localidad junto a su esposa hace 34 años provenientes de Cundinamarca, con el único deseo de comprar unas hectáreas de selva y construir su hogar en un territorio promisorio de exuberante belleza que lo acogió como a uno de sus hijos.


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Aquí nació su gran sueño, el mismo que ha ido cumpliendo con mucho esfuerzo; de la mano de sus hijos quienes trabajan a su lado ha tocado las puertas de los bancos, de las fundaciones, de la Alcaldía local, del Departamento y hasta de la ayuda internacional. Cada entidad ha aportado a la consolidación de su proyecto, y hoy con 10 hectáreas de caña panelera en producción, los materiales listos para la remodelación de la infraestructura, maquinaria y elementos necesarios para el procesamiento de la panela, don Teodomiro camina hacia la obtención del registro Invima para su producto.

Pese a la pandemia por Covid-19, él no ha dejado de producir, mensualmente surte a Leguízamo y La Tagua con 3.000 kilos de miel y 4.000 galones de jugo de caña que se venden en el comercio local. Pero otro de sus grandes sueños, es llegar con su panela leguizameña a otras regiones del país, con ese sabor especial de dulce amazónico que nace de una labor amigable con el medio ambiente y se presenta como una propuesta de economía sostenible a través del tiempo.

Esta gran iniciativa es el resultado de un compromiso social que adquirió don Teodomiro el día en que decidió abandonar los cultivos de uso ilícito para dedicarse a generar paz a través de la agricultura. Hoy recibe el apoyo de la Administración Municipal de Leguízamo como una iniciativa que se enmarca en los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial – PDET, por su gran aporte a la transformación del campo, a la seguridad alimentaria y nutricional en uno de los 7 municipios más afectados por el conflicto armado en Putumayo.

ASOCALEGF, crece al tiempo que crecen los integrantes de la familia Farfán, los nietos han llegado y las proyecciones para el sostenimiento de la microempresa se concentran en la siembra de más y mejores especies de caña que le permitan seguir llevando el dulce diario a los hogares de Leguízamo. Una labor que direcciona el padre de la familia y que se convierte en el legado de los cuatro hijos que lo acompañan en las madrugadas de corte y molienda.


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Por su inagotable labor en trabajar la tierra para un mejor futuro de la región, Teodomiro Farfán, se convierte en un ejemplo de superación empresarial desde el campo leguizameño que contribuye a la consolidación de la paz en Putumayo.


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