En buena hora, a la administración municipal de Mocoa se le ocurrió pintar cebras en los cruces de las calles de la ciudad. Un amplio equipo de trabajo ha realizado esta labor rápidamente y hoy la comunidad cuenta con una herramienta valiosa, sobre todo para las personas que transitan a pié.
La parte triste de esta historia va por cuenta de algunos conductores de motocicletas y vehículos, a quienes parece ser, nadie les ha dado unas clases de conducción y no entendemos cómo les entregaron sus licencias.
Es básico entender que las motos y los carros NO DEBEN pararse sobre la cebra mientras espera a que el semáforo cambie, pero en Mocoa parece que esa norma “no pegó” para algunos.
En algo tan sencillo como eso, nos damos cuenta la falta de cultura ciudadana que pulula tristemente en nuestra ciudad. Al irrespeto por la cebra se suman actos como el no recoger los excrementos que las mascotas dejan cuando su dueño la saca a caminar y desestresarse, el pasar el semáforo en amarillo y en rojo, el parquear en el costado izquierdo, el no quitarse la gorra o el sombrero cuando suena el himno nacional o el del departamento, en fin, muchos ejemplos.
Ciudadanos, hay normas simples, sencillas que podemos poner en práctica y que sin duda mejorará la imagen que los visitantes tendrán de nosotros.
Estoy seguro que usted sabe de qué le estoy hablando. Por favor, póngalo en práctica, para que luego, podamos hacer algún tipo de crítica por algo y ser coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos.
Soy German Ortiz y este es mi punto de vista, en Punto de Encuentro.