La multitud que quiere rescatar los bosques de Colombia

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Las mesas forestales son los espacios de diálogo, en donde todos los actores que podrían mitigar la deforestación se reúnen periódicamente. La participación es vital para planear el destino de los 59 millones de hectáreas de bosque que tiene Colombia.

La mesa del Guaviare está compuesta por 18 actores sentados, entre estos la Armada, el Ejército, Corpoamazonia, la Fiscalía y los campesinos. / Cortesía Jafer Bejarano – “Mesas forestales” de Chocó

José Ibáñez, orgulloso dueño de una finca en San José del Guaviare, sueña con distribuir mejor sus 100 hectáreas en la vereda Patio Bonito.Cinco hectáreas para cultivar cacao, otras cinco para sacha inchi (una especie de maní amazónico con el que se hace aceite vegetal con omega 3, 6 y 9) y otras cinco para un sistema ganadero con máximo ocho vacas que den leche y cuajada. También sueña tener media hectárea para criar gallinas criollas que coman más que maíz y que tengan espacio para correr. Destinaría tres hectáreas a cultivos de pan coger y el resto para conservación.

Ese es su plan, porque hasta ahora José vive de la ganadería. Al igual que él, otras 56 familias que forman parte de la Asociación de Productores Agropecuarios del Guaviare (Asoproagro) se dedican a esta actividad. El problema de todos es que, asegura el campesino, “el Guaviare ha cambiado mucho, muchísimo. Ya no podemos seguir talando así”.

El Ideam le da la razón. Según esa entidad, el 65 % de la deforestación de Colombia se presenta en el bioma amazónico. Allí la deforestación durante el año 2017 se concentró en los departamentos de Caquetá, Guaviare, Meta y Putumayo, en el denominado arco de la deforestación.


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Según cuenta José, en representación de Asoproagro, le preocupa tener que tumbar para meter las vacas, quemar para sembrarles el pasto y tumbar otro poco para que los animales accedan a las fuentes de agua. ¿Cómo volcar todas estas inquietudes a las autoridades ambientales, en específico al Ministerio de Ambiente que trabaja desde la lejana capital?

En 2013, a través de esta cartera, se empezaron a impulsar las “Mesas forestales”, que son espacios de diálogo, coordinación y concertación para restaurar los bosques, promover los modelos de fincas sostenibles –como la que sueña don José– y reducir la deforestación.

Cabe aclarar que las comunidades venían impulsando esas conversaciones. Para el caso del Guaviare, desde hace siete años se vienen haciendo reuniones con las juntas de acción comunal de otras veredas para analizar la situación de las fumigaciones y buscar alternativas a la producción de coca. Esa iniciativa dio pie a la primera mesa forestal del Guaviare, en 2013.

En todo el país hay diez “Mesas forestales”, una por departamento: Guaviare, Amazonas, Valle del Cauca, Putumayo, Caquetá, Chocó, Santander, Nariño y Cauca, que tiene dos: una para bosques con características andinas y otra para bosques del Pacífico, así como hay otras dos en proceso de creación en Meta y Arauca.


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Todos los departamentos tienen algo en común: uno o más de sus municipios aparecen en la vergonzosa lista de las alertas tempranas de deforestación que publica el Ideam. Por eso, uno de los objetivos de las mesas es “construir un mapa de actores por departamento y reunirlos, porque en la mayoría de los casos no se hablan entre sí, ni siquiera los actores institucionales”, explicó Luz Stella Pulido, ingeniera forestal del Ministerio de Ambiente.

Caso Pacífico

Por estos días los actores de la “Mesa forestal” de Chocó están preocupados. La última alerta temprana que publicó el Ideam prendió las alarmas, porque el 47 % de estas se concentraron en el Pacífico: cerca del río Baudó (Chocó); Riosucio, cerca de la frontera con Panamá y comprometiendo la parte sur del Parque Nacional Natural Los Katios; Bojayá (Chocó) y los cauces de los ríos Quito y Atrato.

“En estos momentos hay una ola de minería ilegal que va talando bosques en busca de material. Para poder hacer esos cráteres inmensos que hacen, hay que remover toda la capa vegetal. Con un plan de manejo forestal, que planifique cómo se va a usar el bosque, esto no pasaría”, comentó Jafer Bejarano, un ingeniero forestal chocoano que forma parte de la “Mesa forestal” de su departamento.

Para Jafer, lo más valioso de esta mesa es que se busca potenciar el sector forestal para que los 59 millones de hectáreas de bosque del país se organicen, y que los actores (tanto legales que ya lo hacen, como los ilegales que quieren hacerlo y están sentados a la mesa) tengan opciones económicas.

La Gobernación de Chocó y Codechocó están incorporando las recomendaciones de la “Mesa forestal” del departamento para incluir el Plan de Desarrollo del departamento que iría desde zonificar donde se puede o no talar en Chocó, hasta hornos industriales de secado para madera.

Sin embargo, en estos espacios no se toman decisiones. De allí no salen actas, decretos o declaraciones. Todo lo contrario, quienes están sentados en cada mesa lo hacen de manera voluntaria. Tal vez el aporte con mayor incidencia política fuera de los territorios es que, eventualmente, los acuerdos a los que lleguen los actores serán insumos para el Plan Nacional Forestal, que deberá ser incluido en el próximo Plan Nacional de Desarrollo, así como sucedió en 2014, cuando se actualizó el Plan Nacional Forestal con los comentarios de campesinos, afros, indígenas y corporaciones autónomas regionales.

Fuente : ElEspectador


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