Se acerca el fin de otro año y los expertos en ciberseguridad advierten que por estas fechas aumentan los riesgos de robo a viviendas, suplantación de identidad y engaño. Aunque la idea no es caer en la paranoia y llegar a eliminar sus cuentas en redes sociales (o no salir de su casa), las siguientes son algunas consideraciones para tener en cuenta sobre la información que comparte en internet durante esta temporada de descanso.
Lo primero es que jamás debe ‘anunciar’ que su hogar está solo. Según Andrés Guzmán, fundador del laboratorio de ciberseguridad de Adalid, los delincuentes aprovechan la temporada de vacaciones para hacer ingeniería social y ‘perfilar a los usuarios’.
Lo primero es que jamás debe ‘anunciar’ que su hogar está solo. Según Andrés Guzmán, fundador del laboratorio de ciberseguridad de Adalid, los delincuentes aprovechan la temporada de vacaciones para hacer ingeniería social y ‘perfilar a los usuarios’.
“Es fácil hacer inteligencia por las redes sociales. Los delincuentes aprovechan la información que el usuario comparte para saber si está o no en su casa. Pueden analizar a dónde y por cuánto tiempo se ausentará y realizar un robo”, asegura Guzmán .
Fotografías, ubicaciones compartidas y contactos pueden bastar para que los ciberdelincuentes generen un perfil del usuario con detalles sobre su comportamiento y sus ingresos. Es todavía más fácil si usted publica una foto de su tiquete aéreo, con la que, incluso, alguien podría rastrear su vuelo en tiempo real.
Niños, más vulnerables
Guzmán explica que para algunas bandas dedicadas al cibercrimen los adultos no son la fuente principal de datos. Los niños son quienes más comparten ese tipo de contenidos. Algunos ciberdelincuentes se hacen pasar por menores para engañar a otros y estudiar el perfil de la familia.
Para Adriana Molano, analista de tendencias digitales,lo que se comparte en redes sociales deja de ser privado y puede estar disponible no solo para los contactos sino también para los conocidos de otros. Es decir, si usted sube una foto de su viaje y su primo la comparte, el contenido ahora es visible, descargable y usable para los amigos de este.
Por eso hay que empezar por revisar la configuración de privacidad de sus redes (y las de sus hijos). La mayoría de redes ofrecen la posibilidad de limitar el alcance de los contenidos y, si es del caso, se pueden crear grupos específicos.
“Si es un tema más privado, se pueden crear grupos cerrados de amigos o familiares para compartir esa información”, asegura Guzmán, a lo que Molano agrega que existe una tendencia en los jóvenes y los niños de no utilizar ese tipo de herramientas para la configuración de sus perfiles.
Molano también recomienda evitar mostrar el tipo de regalos que reciben, en especial los más costosos, para no llamar la atención de delincuentes.
Otra medida de seguridad es lo que los expertos denominan “austeridad de datos” .
Por ejemplo, en vez de publicar el recorrido del viaje, sus tiquetes (o peor, su pasaporte) y revelar a dónde se dirige, puede optar por crear posteriormente un álbum con las imágenes.
Un caso que resolvió el laboratorio forense de Guzmán fue el de una joven que compartió sus fotos en vestido de baño y luego halló que fueron publicadas en una página de escorts.
“Al realizar el análisis y la trazabilidad de la fotografía podemos ver quién descargó la imagen, quién la utilizó y la puso en línea. Nos dimos cuenta de que lo hizo un amigo de su universidad”, comenta el experto.
De nuevo, son los menores los más vulnerables a este fenómeno, que constituye un delito. Para Molano, los usuarios no deben publicar fotos de sus hijos en vestido de baño, en la playa o en la piscina, dado que pueden ser utilizadas por predadores sexuales.
El engaño también se dispara en esta época. Según Guzmán, existen bandas delincuenciales, algunas de países africanos, que crean perfiles falsos con fotografías de rostros atractivos y envían solicitudes de amistad. Tras realizar un trabajo de ingeniería social para conocer las preferencias de las víctimas, entablan conversaciones y buscan crear lazos de confianza, lo que para el experto puede ser una tarea fácil si se dispone de suficiente información personal.
“Después, tratan de entablar una relación sentimental. Piden fotos y videos de contenido sexual y luego los usan para extorsionar a las personas”, asegura Guzmán, quien afirma que su laboratorio recibe 15 casos de estos a la semana.
Por eso, desconfiar del contenido en la red es otra recomendación. Según los expertos en ciberseguridad, en los casos de sextorsión, las víctimas reciben un video que supuestamente es de la persona con la que se relacionan en línea.
Guzmán apunta: “Pero hay formas de saber que un video no es real. Por ejemplo, porque no tiene audio. Como no hablan español, ni pueden responder en tiempo real, son materiales que vienen sin sonido”.
Lo otro es depurar su lista de amigos. ¿En serio tiene 2.000? Si sabe quiénes son sus contactos puede tener más claridad de qué compartir o no con ellos.
No se exponga en redes sociales
De acuerdo con expertos en ciberseguridad, estas son algunas de las cosas que debe evitar publicar en redes sociales:
Su documento de identidad:además del número, la fecha de expedición del documento y de su nacimiento son utilizadas en diligencias bancarias para confirmar su identidad. Recuerde que el documento también contiene su huella dactilar. Con el número de su cédula puede conocerse con facilidad su puesto de votación, por ejemplo.
Boletas o tiquetes: por una parte, podrían clonar su boleta imprimiendo el código de barras correspondiente. Por otra, los tiquetes también contienen información sobre su destino y su número de vuelo, con lo que pueden conocer su localización en tiempo real.
Placas del carro: con esta información se puede solicitar el certificado de libertad y tradición del bien. También conocer los días de pico y placa. Pero si además saben su número de documento pueden acceder a información de seguros, tecnomecánica y conocer más detalles.
Regalos lujosos: si cambió todos sus muebles, si remodeló cocina, si compró carro, computadores… etc., evite mostrarlo en redes pues puede despertar el interés de bandas organizadas.
Fotografías en vestido de baño: especialmente, los menores de edad son los más vulnerables. Imágenes en vestido de baño, en la playa o la piscina pueden ser robadas y usadas con fines delictivos.
Estados extremos: evite publicar fotografías o contenidos que demuestren excesos como en la euforia de una fiesta o de cuánto licor bebió, pero también de publicaciones depresivas. Ambos estados pueden influir en la reputación de su cuenta y generar malestar en ambientes externos, como su lugar de trabajo.
LINDA PATIÑO
TECNOLOGÍA @LinndaPC
Fuente : Eltiempo