Nicolás Rodríguez Bautista, alias “Gabino”
Es el primer comandante del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Lleva en armas 51 de sus 66 años de vida y está considerado el segundo guerrillero más veterano de Colombia y quizás del mundo, después de Miguel Ángel Pascuas, el “Sargento Pascuas”, el último de los fundadores vivos de las Farc.
Su padre, Pedro Rodríguez Martínez, hizo parte del movimiento de los “Bolcheviques” de El Líbano, Tolima, y siendo Alcalde de San Vicente de Chucurí durante el periodo 1928-1929, se vinculó luego al Partido Comunista. También estuvo vinculado al Movimiento Revolucionario Liberal, fundado por Alfonso López Michelsen.
Un ambiente que probablemente alimentó la sangre revolucionaria de Nicolás, quien a los 14 años de edad, se enteró de la existencia del ELN y solicitó su incorporación. Su padre le diría entonces que esa era una decisión muy seria y que si se vinculaba a la lucha guerrillera tenía que hacerlo con total responsabilidad y dedicación.
“Gabino” empezaría a desempeñarse como “correo” del incipiente movimiento guerrillero y pronto también tomaría parte en las primeras acciones militares. Es considerado un hombre silencioso, cauteloso y metódico. Conoce la historia del ELN, como la palma de su mano, desde los entreverados caminos de la serranía de San Lucas hasta los vericuetos del Magdalena Medio, el Nordeste Antioqueño o el bajo Cauca.
Toda su vida guerrillera ha estado en el centro del poder, pero siempre ha sabido tomar distancia, mostrándose más bien como un poder detrás de este. Siempre estuvo un paso atrás de Manuel “el Cura” Pérez, quien tenía la convicción y el reconocimiento de que cualquier paso o iniciativa debía ser consultada y previamente concertada con “Gabino”.
Los dos fueron durante 20 años el fiel equilibrio de los poderes al interior del ELN, manteniendo las riendas durante la dura época de la crisis. En 1973, el Ejército adelantó lo que conoció la “Operación Anorí”, una ofensiva en esa región de Antioquia que significó casi que la aniquilación de más de la mitad de las tropas guerrilleras. Sin embargo, Pérez y “Gabino” supieron preservar la poca fuerza y esperar a que el vendaval de la desintegración amainara.
Ambos lograron mantener con vida al grupo subversivo contra varios cercos de aniquilamiento, permitiendo construir la confianza y las lógicas para conducir al ELN durante su época de crecimiento y expansión. La muerte del “Cura” Pérez (de forma natural en febrero de 1998) fue un duro golpe para “Gabino”.
Hay que hablar también de los vínculos de “Gabino” con Fabio Vásquez, otro de los fundadores y líderes de la organización rebelde, los cuales fueron entrañables y contradictorios. Se puede decir que fue éste quien lo crió en la guerrilla, con quince años de diferencia. Compartieron cada momento de la instalación y proyección del primer núcleo guerrillero, y Vásquez imprimió en el joven el don de mando y la fuerza de las convicciones frente a la lucha armada.
Acusado de conductas inmorales (acoso a campesinas y falsas acusaciones), además del fracaso militar producto de la Operación Anorí, Fabio Vásquez fue sometido a juicio revolucionario. El mismo “Gabino” había eliminado la pena de muerte y es quien le comunica la destitución como comandante y miembro del ELN. Finalmente, Vásquez termina exiliado en Cuba.
Sin lugar a dudas cualquier proceso de negociación con el ELN, debe tener en cuenta como interlocutor definitivo a este discreto campesino santandereano.
Eliécer Herlinto Chamorro Acosta, alias “Antonio García”
Oriundo de Mocoa (Putumayo), desde joven se perfiló como líder estudiantil y un hombre inclinado a las ciencias puras y el arte, aunque terminó matriculándose en la Universidad Industrial de Santander en ingeniería de petróleos.
Se unió al ELN en 1975, escalando con rapidez al interior de la organización, hasta llegar a formar parte del Comando Central y convirtiéndose en el comandante militar de la organización, tras la muerte Manuel “el Cura” Pérez.
Es considerado uno de los miembros más radicales de la organización y ha sido el encargado de aumentar la capacidad militar de la organización. Es el responsable de la estrategia militar del grupo y de la adquisición de armas, además maneja las relaciones internacionales y la financiación.
Israel Ramírez Pineda, alias “Pablo Beltrán”
Nació en San Gil (Santander). Es el más reservado y sigiloso de los miembros del Comando Central. Tras la muerte del Manuel Pérez, pasó a ocupar el tercer lugar en la línea de mando. Inició estudios de Ingeniería de Petróleos en la Universidad Industrial de Santander, pero no los finalizó.
Es el encargado del trabajo con las masas y cuadros políticos.
De formación cristiana y lento en el hablar, se le atribuye ser el gestor de la vieja alianza entre los tres principales grupos insurgentes de Colombia, que se denominó Coordinadora Nacional Guerrillera Simón Bolívar (CGSB).
Gustavo Aníbal Giraldo Quinchía, alias “Pablito”
Asumió como nuevo integrante del Comando Central en el Quinto Congreso del ELN, llevado a cabo en enero de 2015. Hijo de padres campesinos provenientes de Antioquia, “Pablito” se convirtió en el comandante del “Frente Domingo Laín” cuando el jefe máximo de la época, Armel Robles Cermeño, un profesor y sindicalista, fue capturado en Bogotá.
Su identidad se hizo pública el 8 de enero de 2008, cuando las autoridades lo capturaron en Bogotá y se reveló que utilizó por varios años el nombre de Carlos Marín Guarín. No duró mucho tiempo en prisión y tampoco alcanzó a ser juzgado, pues se fugó el 7 de octubre de 2009, cuando era conducido por guardias del Inpec hacia el aeropuerto de Arauca. En esa época los organismos de inteligencia afirmaron que había huido a Venezuela.
Los cambios que se han dado en los últimos años en el país y las perspectivas de paz lo han llevado a buscar protagonismo político, y con frecuencia aparece en pantalla exponiendo sus ideas sobre la guerra y la paz, asunto que es leído por analistas como un gesto de poder, pues ninguno de los otros jefes del grupo subversivo ha hecho lo mismo, salvo “Gabino”.
Hasta diciembre de 2014, estuvo a cargo del Frente de Guerra Oriental, bastión militar del Eln.
Alias “Ariel” o “Lorenzo Alcantuz”
Es uno de los miembros suplentes del Comando Central. Inteligencia del Ejército lo identifica como Jaime Galvis. No hay mucha información de él. Se sabe que es santandereano y que por lo menos un par de sus hermanos han sido integrantes del ELN, uno muerto en el Frente Bolcheviques del Líbano en 2009 y otro que se encuentra preso. Durante los últimos 15 años ha estado vinculado a estructuras del “Frente Domingo Laín”, desde donde se ganó la confianza de “Gabino”.
Rafael Sierra Granados, alias “Ramiro Vargas”
Otro de los suplentes. Tampoco hay mucha información. Es uno de los más antiguos de la organización guerrillera, con más de 40 años en sus filas. Inteligencia militar lo involucra como uno de los responsables de la masacre de Machuca en 1998, cuando un atentado contra el oleoducto Cusiana-Coveñas generó una bola de fuego que arropó ese corregimiento, causando la muerte de al menos 84 personas.