En pleno aeropuerto Olaya Herrera de Medellín, el 23 de mayo la Policía capturó a Álex Armando Rovira Correa. El hombre se desempeñaba desde enero como ‘escolta guardián’ del alcalde de Turbo, Alejandro Abuchar.
Para el mandatario, era su hombre de confianza y estaba con él en todos los desplazamientos. Pero para las autoridades se trata de alias Chuchín o Chocolate, exintegrante del Bloque Sur de las extintas autodefensas y autor material e intelectual de la masacre de El Placer, perpetrada en La Dorada (Putumayo), el 7 de noviembre de 1999.
Algunos familiares de las 21 víctimas de la incursión paramilitar identificaron a Rovira como uno de los 70 hombres que ejecutaron la matanza. De hecho, se le dictó orden de captura, el pasado 6 de abril, por homicidio agravado y concierto para delinquir. Informes de inteligencia señalan que Rovira estuvo en las autodefensas 4 años. Luego se desmovilizó y se refugió en Turbo. “Allí empezó a manejar temas de seguridad personal de algunos dignatarios de la región y de un reconocido jugador de fútbol que solía frecuentar la zona”, señala un informe de inteligencia. Y agrega que la estructura paramilitar a la que perteneció es la misma de la que surgieron ‘los Úsuga’.
EL TIEMPO intentó comunicarse con el alcalde de Turbo para conocer detalles de la contratación de Rovira, pero no fue posible. Sin embargo, este emitió un comunicado en el que se declara respetuoso de las decisiones judiciales y advierte que cuando contrató al sujeto, no tenía ni antecedentes judiciales ni impedimentos.
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