Los refranes de mi papá

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Ricardo Solarte y su Padre, don Demetrio Solarte.
Ricardo Solarte y su Padre, don Demetrio Solarte.

Por : Ricardo Solarte

Podría resumir la crianza que me dio mi papá Demetrio en cinco refranes. Cada uno tiene una historia, una enseñanza, y sobre todo: mucha experiencia detrás. Seguramente a mi papá se los enseñó mi abuelo Mardoqueo con el ejemplo, igual que él  lo hizo conmigo. Y ahora, yo tengo la responsabilidad de hacerlo con mi hijo: enseñarle grandes lecciones de vida con pequeñas frases cargadas de sabiduría popular.

  1.     Quien no vive para servir no sirve para vivir: lo dijo el papa Francisco hace poco, pero a mí me lo enseñó mi papá hace muchos años, cuando apenas era un niño. Y nos daba ejemplo a mis hermanos y a mí de la importancia de servir a los demás sin esperar nada a cambio. Mi casa era un hogar de paso para los desamparados, era tal la obsesión de mi papá por darle la mano al necesitado que se las tenía que ver con mi mamá, quien le reclamaba por su bondad desmedida. De no ser así, la casa  se hubiera convertido en un albergue público.
  1.     No pregunte quién se murió sino cuándo es el entierro: con esta frase me llamaba la atención cuando me mandaba a hacer algo y yo le preguntaba por qué o para qué. También era una manera de enseñarme a estar siempre listo, como la Defensa Civil “en paz y emergencia”, sin muchas preguntas, pero sí con muchas respuestas. Mi papá es un hombre práctico, que prefiere hacer más y hablar menos, y eso fue lo que me inculcó.
  1.      El buen juez come en la corte: en mi infancia teníamos una tienda de barrio, la primera y única de la cuadra, y como era una empresa familiar todos nos turnábamos para atenderla. Cuando era la hora del almuerzo yo le preguntaba que si podía cerrar para ir a almorzar, y él me contestaba: “el  buen juez come en la corte”. Traducción: ya le traigo el almuerzo para que coma mientras  sigue trabajando.
  1.     A pararse y a tenerse, y a trabajar para mantenerse: siempre me despertaba con esa frase. Y la completaba con «y el que trabaja no come paja». No sé si lo hacía de manera consciente pero de alguna manera me estaba preparando, desde niño, para enfrentarme con una vida que no es fácil y en la que hay que trabajar para comer.
  1.     En el comer está el vivir, y en el vivir comiendo: tengo una relación especial con la comida, y creo que mis hermanos también. No concibo desayunar “cualquier cosita por ahí” como dicen en la vida moderna, ni saltarme el almuerzo “porque sí o porque no”. Para mí no hay excusa, mi papá me enseñó que la comida es sagrada y que hay que sacarle el tiempo para alimentarse, lo demás puede esperar.

Con estos cinco refranes, acompañados del ejemplo, mi papá hizo de mí y de mis hermanos personas  de bien. Hoy quiero agradecerle tanta sabiduría, y en el mes del padre, rendirle este pequeño homenaje.

http://ricardosolarte.blogspot.com.co/2016/06/los-refranes-de-mi-papa.html?m=1


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