Todo estaba acordado. La Alianza Verde, que ha manifestado su apoyo casi incondicional a la búsqueda de la paz negociada, principal apuesta del presidente Juan Manuel Santos, ya tenía un pie en la Casa de Nariño como nuevo miembro de la coalición de Unidad Nacional. Pero no se trata de un simple acuerdo de voluntades. Esta movida política depende de un pedazo de la torta burocrática del Gobierno.
En el Ejecutivo se habrían comprometido con algunos de los directivos de la Alianza Verde a darles un ministerio a cambio de su reingreso a la coalición, tal como ocurrió el 20 de julio de 2011, cuando el mandatario anunció que el partido ingresaba a a la coalición y pocos meses después el exalcalde de Bogotá Lucho Garzón, miembro de la colectividad, entró al Gobierno como alto consejero para el Diálogo Social.
El miércoles se realizó una reunión de la dirección verde, en la cual se iban a abordar temas trascendentales para el futuro de la colectividad: quién será el presidente único del partido, los candidatos a las presidenciales de 2014 y si entraban a la Unidad Nacional, punto que parecía estar acordado. No obstante, el sector progresista, de Gustavo Petro, dio un golpe de mano y rechazó la propuesta. El asunto no se pudo solucionar y la decisión quedó aplazada.
Lo que sí pudo establecer El Espectador es que el presidente Santos, en un encuentro en el que coincidió con uno de los gobernadores que representan a la Alianza Verde, envió un mensaje claro: “Si quieren entrar a la coalición de gobierno, las condiciones están dadas”.
Pero en el interior del partido hay un pulso difícil. El exsenador Luis Carlos Avellaneda manifestó que “hay un debate interno constructivo, pero lo que es claro es que una cosa es apoyar la paz y otra un gobierno que no ha cumplido en educación ni salud, vendió Isagén, su intención es privatizar y se mueren los niños. Además de la paz, no veo mayores diferencias con el gobierno Uribe”.
El concejal Antonio Sanguino, vocero de los verdes, manifestó que no puede tomar partido, pero reconoció que es un asunto que se está debatiendo en la colectividad, ya que puede ser importante formar parte de un gobierno de transición hacia la paz. Sin embargo, sobre temas burocráticos dijo que “no somos ninguna bolsa de empleo para estar buscando trabajo. Si lo hacemos es porque lo consideramos coherente”.
Versiones encontradas sobre el tema burocrático, pero el hecho está sobre la mesa. También hay división en los verdes. Además de Avellaneda, los congresistas Claudia López, Ángela María Robledo, Angélica Lozano, Inti Asprilla y Jorge Prieto no consideran viable la entrada al Gobierno. A favor están la mayor parte de miembros de la dirección, los senadores Iván Name y Jorge Iván Ospina, y aseguran que de este lado también están los tres gobernadores elegidos por el partido en Nariño, Boyacá y Putumayo, pues les sería más fácil gestionar recursos si están del lado del presidente Santos.
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