ElColombiano / Colprensa
En el departamento del Putumayo, las Farc ha mantenido una práctica constante de reclutamiento de menores de edad que oscilan entre los 12 y 17 años, que hoy, en los frentes 32, 34 y 48, llega a unos 128, según dato reciente suministrado por el Ejército y la Fiscalía.
La fiscal de infancia y adolescencia Carola Milena Rodríguez Lemos señala que la cifra puede ser mayor, pues esta se ha cuantificado mediante labores de inteligencia y por la información que algunos menores guerrilleros desmovilizados han suministrado.
La fiscal Rodríguez Lemos indicó que desde 2015 a la fecha se han desmovilizado 26 menores, quienes en sus declaraciones han indicado que la mayoría de las columnas están conformadas en más del 50 % por menores. Confrontada está información con el Ejército, coincide con lo entregado por la Fiscalía, y explica que en Putumayo la guerrilla cuenta con entre 800 y 900 combatientes y que el 30 % son menores de edad.
David Ureña, secretario de gobierno del Putumayo, sostiene que la mayoría de los menores son reclutados en zonas rurales del medio y bajo Putumayo y, sobre todo, en comunidades indígenas.
Ureña señala que en estos momentos se tiene una cifra reportada por familiares de 27 menores de edad desparecidos, que presumen se encuentran reclutados por las Farc.
La Alianza de Mujeres Tejedoras de Vida, en cabeza de Fátima Muriel, indican que la mayoría de los menores que se encuentran en las FARC llegaron mirándolas como una opción de trabajo que en su momento fue ofrecida por la misma agrupación armada ilegal, en otros de los casos los problemas de familias disfuncionales enmarcadas por maltrato y abuso sexual en los niños y niñas han hecho que estos se vinculen por cuenta propia y como una alternativa para huir de los problemas del hogar y acompañados de seducciones hechas por otros pequeños guerrilleros.
Damian*, de 14 años de edad, es desvinculado de las FARC e ingreso a esta a los 12 años cumplidos, buscando un mejor futuro para su mamá y tres hermanos, creyendo en las promesas de un reclutador que le ofreció dinero, armas y poder y dos años más tarde decidió escapar porque lo único que encontró dentro de las filas insurgentes fue maltrato por parte de sus superiores, donde le obligaban a extensas jornadas de trabajo físico y jamás recibió dinero y su única arma fue un fusil hecho en madera para realizar entrenamientos y de su familia en ese tiempo nunca supo de ella sino después de su desmovilización.
María*, una mujer de 43 años de edad residente en una vereda del municipio de San Miguel, en noviembre del 2015 en compañía de otras dos mujeres más decidieron internarse en la selvas en busca de sus hijos de 12, 14 y 17 años, quienes fueron reclutados por las FARC.
Lograron llegar hasta un campamento y se entrevistaron con un comandante llamado “Otoniel”, para exigirle que les devolvieran a sus hijos, pero sorpresa mayúscula cuando el hijo de María, personalmente, le dijo que él no regresaba porque su familia estaba en la guerrilla, porque acá no le daban la mala vida que en la casa recibía por parte de su papá, quien lo maltrataba y en ocasiones abusaba sexualmente de su hermana mayor en presencia de los demás hermanos.
El jefe guerrillero “Joaquín Gómez”, en una reciente entrevista concedida a varios medios de comunicación en el Putumayo, afirmó que ellos desde hace varios meses no están incorporando menores en sus filas y que los que hay no son reclutados sino refugiados por diversas circunstancias.
http://www.elcolombiano.com/colombia/las-farc-continuan-reclutando-menores-en-el-putumayo-AI3578525