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Esta situación se ha estado presentando en los departamentos, principalmente como Putumayo y Casanare, dice gremio petrolero.
Una serie de cese de actividades en diferentes frentes de trabajo tiene en estado de alerta a las petroleras nacionales e internacionales, advirtió el presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) Alejandro Martínez.
El dirigente gremial explicó que esta situación se ha estado presentando en los departamentos, principalmente como Putumayo y Casanare.
Martínez indicó que en Casanare, una empresa petrolera tenía proyectada la construcción de un descargadero de camiones para cargar el oleoducto, pero «dadas las pretensiones que tenían las comunidades no se pudo hacer».
Destacó que la preocupación creciente porque se vienen presentando uno o dos paros por semana. En Casanare y en Putumayo la exigencia es grande para que se cancele salarios altos, y exigen que haya contratación ciento por ciento mano de obra calificada, y «si eso no se hace organizan un paro y bloquean las operaciones; igual se presenta cuando se obliga a la contratación de servicios locales».
El presidente de la ACP indicó que el problema para las pequeñas empresas petroleras es grande debido a que no se han registrado grandes descubrimientos.
«Lo que ha venido apareciendo son pequeños yacimientos, y tienen que sacar el petróleo de esos campos pequeños por carreteras hacia los oleoductos regionales y las vías no tienen las especificaciones para tráfico pesado». Dice que esta situación obliga a las comunidades a realizar paros, pero lo hacen en contra de las petroleras que operan en la zona.
Alejandro Martínez destacó que en el caso del departamento de Casanare, la situación es muy diciente, porque reciben 650.000 millones de pesos en regalías y solo invierten 22.000 millones de pesos en vías, porque la norma no les permite invertir más, mientras que el sector petrolero invierte 60.000 millones de pesos al año, pero «de todas maneras organizan paros porque las vías están dañadas y la plata no se ve», dice.
El presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo indicó que en el municipio de Maní (Casanare) y en el municipio de Villagarzón (Puttumayo) se han presentado las mayores protestas. Eso se ha venido repitiendo todas las semanas desde principios de año.
Denunció que las protestas impiden el ingreso y salida de los taladros, lo mismo que la movilidad de carrotanques, causando a un perjuicio grande a la industria petrolera, «porque someten a una presión muy fuerte a las compañías y las obligan a sentarse a unas mesas de negociación para ceder a las pretensiones», dijo.