«Nos llamamos Juan’s, ¡porque aquí juega Juan…», explica, con una mueca, Edith Hidalgo, la entrenadora del equipo Juan’s de Mocoa, y madre de Juan Pablo, el chico que le da el nombre al único equipo del lejano Putumayo que ha llegado al Ponybaloncesto.
El club Juan’s recuerda el cuento infantil del dueño del balón que siempre juega. Aunque Juan Pablo Hernández Hidalgo, tímido y de pocas palabras, se ha ganado su puesto. «Llevo cuatro años jugando baloncesto, y siempre en el equipo. Estoy contento y creo que vamos bien», sostiene este chico, quien se apena al lado de su madre, pero se vuelve más alegre cuando está en medio de sus compañeros. «Venimos desde muy lejos, pero a ganar».
Todo comenzó como un centro de desarrollo motriz y deportivo que, con el tiempo, y la entrada de familiares, se convirtió en club de básquet y patinaje. Hoy es uno de los 48 equipos que disputa la novena edición del Festival de festivales, y que jugará su primera fase hasta el sábado.
En Mocoa hay poco. Está este club, uno más y los colegios. De escenarios, muchas placas, pocos coliseos. «Pero tenemos el apoyo de Indeportes, porque, además del fútbol, en Putumayo se juega es baloncesto», reitera Edith, quien junto a una hermana, una sobrina y su hijo, hacen de los Hidalgo mayoría en el club. Y hay más juanes. Está Juan Camilo Devia, y también Juan José Tobar, un pesado alero que es la figura de su equipo y que en este Festival viste de fucsia.
«No es la primera vez que salimos de Mocoa, pues ya hemos hecho minifestivales en Cali, pero sí es la primera vez en un coliseo tan bonito como el de Medellín», dice el muchacho que tiene kilos y ánimo de sobra.
Hoy tendrán un nuevo reto ante el club Trotamundos de Barranquilla, en busca de llevar a los Juan’s a dejar su nombre en alto.
POR SANTIAGO HERNÁNDEZ HENAO