

Su mensaje es claro: detener la minería en el piedemonte amazónico y proteger la vida.
El piedemonte amazónico es un tesoro ecológico que conecta la selva con los Andes.
Protegerlo significa cuidar el agua, la biodiversidad y los saberes ancestrales que por generaciones han guiado el equilibrio entre naturaleza y comunidad.
Estas cartas nacen del Festival del Agua y la Montaña, realizado en Mocoa (19 al 21 de septiembre).
Este año, el colibrí fue su símbolo: mensajero de la palabra, portador de vida, resistencia y esperanza.
Los niños y niñas se autodenominan “Los Colibrís”.
Los niños y niñas, en sus cartas al presidente Gustavo Petro piden proteger los ríos, los bosques y los animales; sueñan con una Amazonía libre de contaminación y de violencia.
Son voces que reclaman justicia ambiental y paz territorial.
El #GobiernoDelCambio, reitera su compromiso con la defensa de la vida, la justicia ambiental y la protección de los territorios.
Escuchar las voces de la niñez es una prioridad y una acción concreta de democracia participativa.
Este encuentro permitió conocer experiencias que fortalecen la prevención del reclutamiento y de las violenciascontra niñas, niños y adolescentes.
Escucharlos y reafirmar su vínculo con el territorio es sembrar paz desde las raíces.
En la Casa de Nariño, estas niñas y niños demostraron que la democracia también se construye escuchando a la niñez, la adolescencia y la juventud.
Su visita simboliza el diálogo intergeneracional que impulsa el Gobierno del Cambio: una Colombia potencia de la vida.
Desde el Putumayo hasta toda Colombia, el mensaje de los niños y niñas es profundo y urgente:
“Cuidar la Amazonía es cuidar la vida.”
¡Son ellos y ellas la generación de la paz!
