Así fueron los secuestros más aterradores por los que terminaron condenados los miembros del antiguo Secretariado de las FARC

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Semana – Seis exjefes de la extinta guerrilla fueron sentenciados por primera vez en la JEP, por los secuestros que protagonizaron durante el conflicto armado.

Siete años después de que se creara la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), se conoció la primera sentencia contra los integrantes del último secretariado de la antigua guerrilla de las FARC, por los miles de secuestros que cometieron durante el conflicto armado en Colombia.

SEMANA recuerda los secuestros más aterradores que cometieron los entonces guerrillleros de la Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia (FARC) a militares, políticos y civiles que hoy dejan como responsables a los últimos jefes de ese grupo: Rodrigo Londoño, alias Timochenko; Pablo Catatumbo, Pastor Alape, Jaime Alberto Parra, Julián Gallo, Rodrigo Granda y Milton de Jesús Toncel.

El Centro de Memoria Histórica de Colombia tiene un espacio titulado ‘Recuerdos de la selva’, donde recopila los secuestros más viles que realizó esa extinta guerrilla y hasta cuestiona si es posible olvidar las marcas que deja un hecho violento como lo es secuestrar a una persona.


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Ese especial arranca en el 31 de agosto de 1996, cuando varios guerrilleros de las FARC atacaron una base militar en Las Delicias, Puerto Leguízamo (Putumayo), y secuestraron a más de 60 militares que estaban operando en la zona. Este hecho fue calificado como uno de los más graves que sufrió la Fuerza Pública.

Casi diez meses después, los secuestrados fueron liberados en medio de un gesto humanitario que lideraron representantes del Gobierno, pero el ataque realizado por más de 400 guerrilleros dejó más de 20 militares muertos y 16 heridos. La liberación se consiguió gracias a la desmilitarización de 13.000 kilómetros cuadrados en Cartagena del Chairá, Caquetá.

La JEP dictará sentencia a los miembros del secretariado de las extintas FARC por los crímenes cometidos. Foto: Colprensa. | Foto: El País

Un año más tarde, en diciembre de 1997, las entonces Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia volvieron a atacar las instalaciones de la Fuerza Pública, pero esta vez en el cerro de Patascoy, en Pasto (Nariño), dejando como resultado el secuestro de una veintena de militares.

La zona conocida como el Patascoy, según la Unidad de Víctimas, se convirtió en un símbolo del conflicto armado en Colombia después de este ataque terrorista que dejó diez soldados muertos y el secuestro de más de 20 uniformados.


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El 3 de marzo de 1998, las FARC no bajaron la guardia sobre sus intereses criminales, sino que ejecutaron un nuevo ataque contra la Brigada Móvil n.° 3 del Ejército Nacional en el sector de El Billar, en Cartagena del Chairá (Caquetá), dejando como saldo a 35 militares secuestrados.

En el marco del juicio del caso 01, que investiga los secuestros cometidos por el último Secretariado de las extintas FARC-EP. Presidente de la JEP, Alejandro Ramelli. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA

Este ataque dejó 64 soldados muertos, 18 heridos y un batallón de contraguerrillas del Ejército, para combatir a los hombres de tres frentes y la columna móvil Teófilo Forero de las FARC, durante los tres días que se mantuvo el enfrentamiento.

Pocos meses después, la revista SEMANA accedió a una entrevista exclusiva con el Mono Jojoy, en ese entonces uno de los hombres más fuertes de las FARC, y en vez de mostrar alguna intención para detener los secuestros en Colombia, advirtió que iban a empezar a tener en la mira a líderes políticos.

“Si no se puede la ley de canje, tocará que algunos de la clase política acompañen a los soldados, para que salgan en el canje. Es la única forma. Si no quieren por las buenas, tocará por otros medios. Pero esa ley debe salir. Se necesita una ley de canje que se prolongue en el tiempo, mientras dura la guerra en este país“, dijo en ese momento.

El tiempo fue pasando con el secuestro de 28 policías en Puerto Rico, Meta, la creación de la Zona de Distensión en el Caguán, y comienza la liberación de militares y excarcelación de guerrilleros, en gesto de buena voluntad para avanzar con las negociaciones de paz.

Pero el 11 de abril de 2022, las extintas FARC volvieron a sus fechorías, tomándose la Asamblea del Valle del Cauca, en Cali, para secuestrar a 12 diputados y dejar tres personas muertas: un policía que vigilaba el edificio, un camarógrafo y un conductor, según el Centro de Memoria Histórica.

Cinco años después del secuestro de ese grupo de políticos, como ya lo había advertido el Mono Jojoy, el país conoció un hecho aterrador que alargó el duelo por ese caso: once diputados fueron asesinados por la guerrilla y el único sobreviviente era Sigifredo López.

Sigifredo López, exdiputado. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA

“Los mataron por física cobardía, eso fue un vil asesinato, es lo que se llama un crimen de guerra, por paranoia, porque ellos tienen una orden que si les van a quitar el trofeo, primero los asesinan”, contó López después de que el país conoció el trágico hecho.

En el año 2007, el país vio una pequeña luz de esperanza en medio del horror y la violencia, después de que el subintendente de la Policía, Jhon Frank Pinchao, logró fugarse tras ser secuestrado durante la toma de Mitú, Vaupés, en el año 1998.

El primero de noviembre de ese año, las FARC se apoderaron por primera vez de una ciudad capital de Colombia. Ese día, cientos de guerrilleros del Bloque Oriental, se tomaron por tres días ese municipio en Vaupés, a través de la operación Marquetalia, la cual dejó 56 muertos y 61 secuestrados, entre ellos, el subintendente Pinchao.

Otro de los secuestros más aterradores que dejó esa antigua guerrilla sucedió el 23 de febrero de 2022, cuando Ingrid Betancourt y Clara Rojas se dirigían a la zona de distensión que estableció el entonces presidente Andrés Pastrana para realizar conversaciones de paz con ese grupo armado.

En la liberación de Ingrid Betancourt, el general Mendieta y otros 14 secuestrados, además de la baja de Alfonso Cano y el Mono Jojoy, fue clave el uso de los informes de radiogoniometría. | Foto: GUILLERMO TORRES

Hasta el año 2008, la entonces candidata presidencial, tres contratistas estadounidenses y once integrantes del Ejército, lograron ser rescatados de las garras de las FARC, a través de la famosa operación conocida como Jaque.

Ahora los miembros del antiguo secretariado de las FARC conocerán su primera condena en la JEP tras siete años de investigación, más de 21.000 víctimas de ese flagelo que trajo consigo otros fenómenos delictivos como desapariciones forzadas, torturas, asesinatos, abuso sexual y desplazamientos.


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