

En un terreno a campo abierto de la vereda La Isla, en zona rural de Puerto Caicedo, en Putumayo, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) recuperó cuatro cuerpos inhumados no identificados en el marco del conflicto armado. La intervención se realizó a partir de testimonios bajo reserva y en condiciones de confidencialidad.
«La información de contexto y los aportes comunitarios nos permitieron trabajar con la hipótesis de que en este sitio se ubican cuerpos de personas desaparecidas entre 2001 y 2005», explicó Caren Cortés, investigadora humanitaria de la Unidad de Búsqueda.
Con esos insumos, el equipo técnico delimitó un área de interés forense y dio inicio a las labores de prospección. «La recuperación en campo abierto es una gran empresa humana y logística, una carrera contrarreloj frente al clima, el tiempo y las condiciones del terreno», señaló Juan Camilo García, antropólogo de la Unidad de Búsqueda.
Durante la intervención, el equipo técnico encontró elementos individualizantes asociados a cada cuerpo. Entre ellos, un bolso que contenía una camiseta de fútbol, un llavero y unas botas de cuero, además de sandalias, una camisa con el logo de una empresa reconocida en la región y modificaciones dentales en una de las estructuras. Estos indicios permitirán avanzar en el proceso de identificación. Los cuerpos fueron trasladados al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, donde se realizarán pruebas genéticas para establecer posibles coincidencias con muestras aportadas por familiares.

La búsqueda en Putumayo se desarrolla en terrenos de difícil acceso, lluvias constantes y zonas rurales sin señalización ni registros oficiales. En ese escenario, cada dato compartido a la entidad se convierte en una coordenada que guía las acciones técnicas y acerca la posibilidad de sanar el dolor de algunas de las miles de familias que aún esperan respuestas.
La comunidad acompañó y respaldó el proceso, reconociendo el valor humanitario de las acciones que adelanta la Unidad de Búsqueda en este territorio. Así lo expresó Julio César Ramos, líder local: «Es importante que, si se encuentran, así sea en fosas, se tomen las muestras y las entreguen a las familias. No alivia del todo, pero sí un poco. Uno puede darle santa sepultura».
Otros testimonios también marcaron la jornada. Para Héctor Calderón, habitante del municipio, «es importante que nosotros los colombianos, si sabemos lo más mínimo, lo digamos. Le vamos a dar paz y tranquilidad a una familia. Es una labor loable». Guillermo León Bautista, vecino de la vereda, agregó: «Ya era tiempo de que alguien se apareciera. Aquí nadie se preocupaba por eso. Pero muchas mamás no saben dónde están sus hijos. Si con ustedes tienen una lucecita, pues maravilloso».

Para David Narváez, coordinador territorial de la UBPD en Putumayo, el hallazgo representa un logro compartido entre el conocimiento técnico y la comunidad. «Este es un equipo muy capacitado, pero sin duda se necesita la confianza del territorio. Cuando una persona o una comunidad se atreve a recordar y compartir lo que sabe, convierte los recuerdos en coordenadas y construye un mapa que antes no existía. Este hallazgo es el resultado de una búsqueda compartida, que honra la vida incluso después de la desaparición».
La Unidad de Búsqueda avanza en Putumayo con el propósito de ubicar a cerca de 4.000 personas dadas por desaparecidas en el marco del conflicto armado antes del 1 de diciembre de 2016. La información puede entregarse de forma confidencial y no judicial al teléfono 3162851395 o en la sede territorial de la entidad, ubicada en la calle 14 # 7-15 (barrio Olímpico) de Mocoa.

