

𝑃𝑜𝑟: *Alexander Africano
𝘗𝘶𝘵𝘶𝘮𝘢𝘺𝘰 𝘦𝘹𝘪𝘨𝘦 𝘤𝘭𝘢𝘳𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘺 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘦𝘵𝘰 𝘦𝘯 𝘭𝘢𝘴 𝘥𝘦𝘤𝘪𝘴𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘢𝘧𝘦𝘤𝘵𝘢𝘯 𝘴𝘶 𝘵𝘦𝘳𝘳𝘪𝘵𝘰𝘳𝘪𝘰. 𝘌𝘴𝘵𝘢 𝘦𝘴 𝘶𝘯𝘢 𝘳𝘦𝘧𝘭𝘦𝘹𝘪𝘰́𝘯 𝘺 𝘱𝘳𝘰𝘱𝘶𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘴𝘥𝘦 𝘦𝘭 𝘤𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰́𝘯 𝘥𝘦 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘢 𝘤𝘰𝘮𝘶𝘯𝘪𝘥𝘢𝘥.
𝗨𝗻𝗮 𝗱𝗲𝗰𝗶𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝘀𝗶𝗻 𝗰𝗼𝗻𝘀𝘂𝗹𝘁𝗮 𝗻𝗶 𝘁𝗿𝗮𝗻𝘀𝗽𝗮𝗿𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮
Recientemente, la senadora Esperanza Andrade del Partido Conservador propuso trasladar uno de los peajes proyectados en la Ruta 45, originalmente en el Huila, hacia los departamentos de Putumayo o Caquetá. La intención declarada: evitar la concentración de tres estaciones de cobro en el Huila y promover tarifas diferenciales para los habitantes locales. Sin embargo, esta propuesta ha generado preocupación en nuestras comunidades, que no fueron consultadas ni informadas adecuadamente sobre esta posibilidad.
𝗔𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗴𝗲𝗻𝗲𝗿𝗮𝗻 𝗶𝗻𝗰𝗲𝗿𝘁𝗶𝗱𝘂𝗺𝗯𝗿𝗲
Ahora, observamos con inquietud que la concesionaria Ruta al Sur ha iniciado trabajos de tala y socavación en el kilómetro 17 de la vía Mocoa – Pitalito, aproximadamente 500 metros antes del cruce de Condagua. Aunque no se ha confirmado oficialmente, algunas voces sugieren que podría tratarse de la instalación de uno de los peajes mencionados. Otros indican que se construirá una infraestructura para mejorar la seguridad vial. La falta de información clara y oportuna solo alimenta la incertidumbre y la desconfianza en la región.
𝗟𝗮 𝗶𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗲𝘁𝗼 𝗮𝗹 𝘁𝗲𝗿𝗿𝗶𝘁𝗼𝗿𝗶𝗼 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝗰𝗼𝗺𝘂𝗻𝗶𝗱𝗮𝗱𝗲𝘀
Este lugar se encuentra muy cerca del resguardo ancestral de Condagua, una comunidad indígena con derechos y tradiciones que deben ser respetados. Cualquier intervención en esta zona requiere un proceso de consulta previa, libre e informada, tal como lo establece la legislación colombiana y los tratados internacionales. Ignorar estos procedimientos no solo es una falta de respeto, sino una violación de los derechos fundamentales de estas comunidades.
𝗣𝗿𝗼𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗱𝗲𝘀𝗱𝗲 𝗲𝗹 𝘁𝗲𝗿𝗿𝗶𝘁𝗼𝗿𝗶𝗼
Consultadas algunas fuentes, proponen se detengan inmediatamente las obras en el kilómetro 17 hasta que se realicen las consultas necesarias con las comunidades locales, especialmente con el resguardo de Condagua. Además, han solicitado a las autoridades competentes y a la concesionaria Ruta al Sur a que brinden información clara y transparente sobre los proyectos en ejecución y sus impactos en la región.
𝗖𝗼𝗻𝗰𝗹𝘂𝘀𝗶𝗼́𝗻: 𝗖𝗼𝗻𝘀𝘁𝗿𝘂𝘆𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘂𝗻 𝗳𝘂𝘁𝘂𝗿𝗼 𝗷𝘂𝘀𝘁𝗼 𝘆 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗲𝘁𝘂𝗼𝘀𝗼
El desarrollo y la paz en el Putumayo no pueden construirse sobre la base de decisiones unilaterales y acciones que ignoran a las comunidades locales. Es fundamental que se promueva un diálogo abierto y respetuoso, donde las voces del territorio sean escuchadas y consideradas en cada paso del camino. Solo así podremos avanzar hacia un futuro donde el progreso y el respeto vayan de la mano.
