RadioNacional – Al cumplirse ocho años de la firma del Acuerdo de Paz, campesinos del Putumayo reconocen avances, pero también hablan de las dificultades en el proceso de implementación.
Horacio Villarreal
Algunos campesinos del Putumayo, una región históricamente afectada por el conflicto armado, consideran que, tras ocho años de la firma del Acuerdo de Paz, este ha contribuido a un ambiente de mayor tranquilidad entre las comunidades.
Jairo Bravo, campesino, ambientalista y dirigente comunal del municipio de Mocoa, destacó que las zonas rurales de territorios como Putumayo experimentan un mejor ambiente de convivencia, lo que ha facilitado el desarrollo de proyectos productivos en la región.
“La firma del Acuerdo Paz entre las Farc y el Estado silenció más 13 mil fusiles y disminuyó la presión de la violencia que vivíamos los campesinos, evitó muertes de soldados, campesinos y los mismos rebeldes involucrados en ese conflicto que parecía interminable”, expresó el campesino.
Hay dificultades, pero también logros
Al cumplirse ocho años de la firma del Acuerdo de Paz, los campesinos en ese departamento reconocen las dificultades que se han presentado con su implementación.
“A pesar de los asesinatos de los firmantes de paz, a pesar de la desfinanciación de los proyectos PDET y la falta de recursos para la reparación de las víctimas, el proceso de paz sosegó un poco el trajinar de la violencia en nuestros los territorios”, precisó Jairo Bravo.
El campesino también destacó que, a pesar de las dificultades, muchos firmantes de paz se han comprometido y están cumpliendo con lo pactado en el acuerdo firmado.
Este esfuerzo se refleja en las múltiples asociaciones de firmantes que han surgido, como la Cooperativa Multiactiva del Común (Comuccom), ubicada en el municipio de Puerto Guzmán, Putumayo.
En esta región, Comuccom lidera proyectos productivos enfocados en la piscicultura, el viverismo comunitario y el cultivo de abejas meliponas, especies nativas del área.
Estas abejas cumplen un rol crucial al garantizar la polinización de más de 160 mil árboles provenientes de viveros en Putumayo, Caquetá, Meta y Guaviare, contribuyendo así a la sostenibilidad ambiental y al fortalecimiento del tejido social en estas zonas históricamente afectadas por el conflicto.
Turismo de naturaleza
El turismo de naturaleza se ha visto beneficiado durante estos ocho años, hoy se puede recorrer fincas agroturísticas que muestran cultivos como el cacao, el asaí, cascadas y la exuberante belleza de la amazonía colombiana.
Ese contacto directo con la naturaleza ha cautivado a miles de turistas extranjeros, quienes han podido ingresar con tranquilidad, dormir en medio de la selva y disfrutarla sin peligro.
Un llamado al gobierno y a los grupos armados
Los campesinos hicieron un llamado al Gobierno Nacional y a los grupos armados ilegales que aún generan hechos de violencia, para que fortalezcan los mecanismos de diálogo y trabajen en la consolidación de la paz en los territorios.
“Ojalá se puede consolidar ese proceso de paz con todas las otras fuerzas beligerantes, nosotros queremos paz, poner el campo a producir comida que es lo que sabemos hacer; pero es urgente que haya paz en todo el país”, expresó Bravo.
Por su parte Ramón Apráez, de la Secretaría de Derechos Humanos de la Federación Comunal del Putumayo, lamentó el asesinato de varios presidentes de juntas comunales de las veredas de los municipios de Puerto Guzmán, Puerto Caicedo Puerto Asís y Leguízamo, a manos de grupos armados que se conocen como disidencias de las farc.
«Hacemos un llamado a los grupos armados que están en la zona para que acojan la propuesta de paz del presidente Petro y se unan a los demás firmantes que en estos ocho años han demostrado que sí es posible dejar las armas, los cultivos ilícitos y desarrollar proyectos agropecuarios rentables y en armonía con la comunidad campesina”.