
Crónica sobre la conformación del Comité Municipal de Reforma Agraria de San Miguel, Putumayo.

San Miguel, Putumayo. 17 de junio de 2024. @AgenciaTierras. En Putumayo la temporada de lluvia era un sinfín de agua. La mañana del 31 mayo, el gris de las nubes no despejaba el firmamento. Los rostros y voces diversas del campesinado, organizado e informal, iban llegando al lugar del encuentro. El salón comunal del barrio Central de San Miguel fue el lugar para conformar el Comité de Reforma Agraria de ese municipio de la frontera con Ecuador.
Cerca de 30 personas, entre institucionalidad y campesinos, llegaron al salón comunal. Hombres en su mayoría y pocas mujeres, reflejan un fragmento de la realidad y la brecha existente entre mujeres y hombres rurales. Ambos desempeñan un rol determinante en la transformación, concentración y tenencia de la tierra, que por lo general está vinculada a los hombres. La asamblea campesina fue una viva muestra de esa brecha de tenencia de la tierra y de participación deliberativa de las mujeres.
Las mujeres rurales en esta zona del país tienen la resistencia que el conflicto armado les ha generado, pero también guardan el silencio y el análisis metódico de hacer la cosas bien. Esas son las mujeres del sur; algunas inmersas en procesos organizativos por su rol profesional, otras por su sentido de convicción de hacer cambios pequeños que aporten a transformaciones profundas del territorio, desde la experiencia propia de trabajo en la organización campesina y social.
La Reforma Agraria ha sido un anhelo de más de 5 generaciones colombianas. Promesas a medias fueron el referente de muchos campesinos que hoy, con el Gobierno del Cambio, juegan un papel significativo en el desarrollo y la transformación del país.
La primera asamblea campesina de Reforma Agraria del sur del país estuvo acompañada por la Agencia Nacional de Tierras – ANT – que, con su equipo de Diálogo Social en el departamento, les explicó a los campesinos y campesinas el alcance y rol de los comités de Reforma Agraria en los territorios y en la trasformación de realidades del campesinado y en especial de las zonas de frontera y dispersas del municipio.
Los asistentes reiteraron la necesidad de organización y sostuvieron la importancia de la participación de las líneas productivas. A la sesión asistieron 5 mujeres. Entre ellas se destacó Milena Collazos, una llanera que hace más de 20 años llegó a Putumayo.
Siendo las 10:00 a.m., llegó al salón comunal del barrio Central para participar en la conformación del Comité de Reforma Agraria de San Miguel. Con su mirada fija en la profesional de Diálogo Social, escuchó la socialización del acuerdo municipal de creación del comité. Su rostro no escondió la felicidad de escuchar que las mujeres deben ser parte de esta instancia. Dividió su atención entre la socialización y su celular, que le alertaba sobre el estado de salud de su hija, quien siempre la acompaña a estos espacios.
Con su ímpetu, armonía al hablar y convicción de lo que es ser campesina y trabajadora de la tierra, fue quien más intervino y dejó sentadas sus posturas técnicas y reales del territorio, sin temor a hablar entre hombres. Con fuerza les recordó a los asistentes las luchas, paros y movilizaciones campesinas de San Miguel y de Putumayo.

Milena, una mujer con temple, llanera y enamorada de San Miguel y del Putumayo, que llegó a este rincón del país, donde decidió hacer vida y dejar huella. Su trabajo empezó como profesional social para organizar al campesino productor de cacao del Valle del Guamuez y San Miguel en la década del 90. Hoy continúa su labor en el territorio y moviliza el empoderamiento de las mujeres en la agricultura.
En la asamblea su liderazgo no se apartó del afecto y la admiración de muchos de los asistentes. Sus intervenciones contaron con contundencia para reiterarles a los asistentes que la voz de la mujer y su rol en el sector agricultura son indispensables para convertir el territorio en oportunidades de desarrollo y transformación.
Con la firmeza de su mirada, Milena pidió la palabra y, con tono de voz fuerte y decidido, les sostuvo a los asistentes que la participación de cada uno en este comité debe ser real, que estar en el comité es ser la voz de todos los campesinos y campesinas de San Miguel, porque el objetivo es lograr cambios, como bien lo dice el Gobierno Nacional.

“Siembro cacao en esta tierra, pero eso no es cadena de fuerza para solo insistir en mi sector. Nuestra participación en el Comité de Reforma Agraria debe estar orientada a buscar que todos los sectores campesinos logremos cambios, que la formalización de la tierra sea un hecho para que las nuevas generaciones sean las herederas de la reforma y sigan convirtiendo la tierra en territorio seguro de vida”, dijo Milena.
Con este llamado, Mile, como es conocida en San Miguel, les insistió a los asistentes en trabajar unidos y llevar el Comité de Reforma Agraria como una instancia de participación deliberativa con los diferentes subsistemas de la Reforma Agraria, e invitó a hombres y mujeres a seguir luchando por el campesinado de la región.
La asamblea se realizó entre tonos de diálogo y cuestionamiento de la realidad del campesinado y del abandono del Estado, como también el rol de las economías ilícitas en la región, en especial la coca, el impacto en el bioma andino amazónico y la decisión del campesinado de cambiar el cultivo de coca por otros cultivos que le generen rentabilidad y garantías de seguridad. El diálogo dejó presente la constante dualidad de oferta y demanda en el precio y el control territorial de grupos armados en la zona de frontera, y dejó entrever el interés del campesinado en salir de ese círculo de dolor y violencia y pasar a generar nuevos espacios de esperanza en el territorio.
Milena escuchó las intervenciones de los asistentes sin dejar de ver su celular para saber el estado de salud de su hija, que estaba con su padre en el centro hospitalario fronterizo La Dorada. Regresó su atención al espacio y levantó su mano para decirles a los miembros del comité que es el momento de unir sus fuerzas. Invitó insistentemente a vincular a más mujeres y que se trabaje para los campesinos de la región.
Ya con el calor sofocante de San Miguel llegó el almuerzo. La Agencia Nacional de Tierras moderó la asamblea acompañada por la Agencia de Desarrollo Rural. El comité quedó conformado por 29 personas, entre ellas Milena, quien con otras 4 mujeres y 24 hombres tienen el reto de convertir este Comité de Reforma Agraria en instancia real y efectiva.
