Habitantes de la zona rural de cuatro municipios del Putumayo, no pueden movilizarse por la orden de un grupo armado ilegal que opera en la región.
Por: Horacio Villarreal.
Sin remesa, ni medicamentos como tampoco combustible, se encuentran las familias campesinas de los municipios de Leguízamo, Puerto Guzmán, Puerto Caicedo y Puerto Asís, quienes desde hace un mes son sometidas a confinamiento por parte del grupo armado ilegal, autodenominado Comandos de Frontera; el paro armado también afecta a los municipios de Curillo, Solita y Solano, ubicados a orillas del río Caquetá, en límites con el Putumayo.
Frente a esta situación la secretaria de gobierno del Putumayo, Vilma Zapata, le pidió al gobierno nacional activar mecanismos que garanticen la protección de las comunidades campesinas. “Vamos a hacer todo lo pertinente para el ministerio del interior y el alto comisionado para la paz, nos habilite un corredor humanitario de manera urgente y le podamos llevar ayudas humanitarias de carácter inmediato a todas las familias que están padeciendo este confinamiento”. Puntualizó la funcionaria.
Por su parte Carlos Andrés Marroquín, gobernador del Putumayo, se refirió a los diálogos de paz que adelanta el gobierno nacional. “Ojalá el gobierno nacional, se siente a hablar con los dos grupos al margen de la ley que existen en el departamento, para logren llegar a un acuerdo que nos permita recuperar la tranquilidad de los putumayenses. Estamos en confinamiento en los municipios de Puerto Guzmán y Leguizamo. Aseguró el gobernador Marroquín.
El paro armado ilegal, afecta la movilidad en las vías terciarias que a propósito están en pésimas condiciones, como también la navegabilidad por el río Caquetá, que conecta a Florencia con el municipio de Leguízamo, así mismo el municipio de Puerto Guzmán.
Este paro también afecta a los docentes y estudiantes de la zona que no han podido movilizarse por las trochas y los ríos para llegar a sus escuelas. Los campesinos no han podido comercializar sus productos como yuca, plátano, chontaduro y ganado.
Los dos grupos armados ilegales, Los Carolina Ramírez, que hacen parte de las disidencias de alias Iván Mordisco y los Comandos de Frontera, que hacen parte de la segunda Marquetalia, se disputan el territorio por el control del negocio del narcotráfico y según los campesinos, quienes temen dar declaraciones a los medios, el paro armado ejecutado por los Comandos de frontera es para presionar al gobierno nacional a entrar en diálogos como lo viene haciendo con las disidencias de alias Mordisco.
El municipio de Leguízamo, el más lejano del Putumayo, se ha visto afectado por la movilidad el río Caquetá, sin embargo, aún se mantiene la movilidad fluvial entre el municipio de Puerto Asís, el último hasta dónde llega la carretera y el municipio de Leguízamo por el río Putumayo, cuyo viaje dura aproximadamente más de siete horas y tiene un costo de 180 mil pesos por persona.
Desde la firma del acuerdo de la Habana, en el 2016 y ante la falta de control para parte de las fuerzas militares, surgen los dos grupos ilegales, que a sangre y fuego se disputan el territorio dejando más de un centenar de combatientes muertos, lideres comunales asesinados y muchas familias desplazadas.
La comunidad espera de las autoridades municipales, departamentales y nacionales se tomen las medidas necesarias para controlar la situación que a su juicio se les ha salido de las manos y los tiene afectados.