El impacto del proyecto CO.LO.RES (Comunidades Locales Resilientes) realizado por las ONG COOPERMONDO Y COSPE con el financiamiento de la Agencia de Cooperación Italiana se despliega con fuerza en Putumayo. A través de las Escuelas de Campo «Aprender Haciendo», este enfoque educativo innovador trasciende la teoría convencional para gestar auténticas fuentes de conocimiento. Desde el cultivo de huertas y chagras hasta las Buenas Prácticas Agrícolas y la elaboración de abonos orgánicos, estas escuelas están forjando una comunidad de saberes.
Estas formaciones no se limitan a la instrucción, sino que empoderan a quienes participan. Jóvenes y adultos se sumergen en la experiencia directa del cultivo de huertas y chagras, cosechando habilidades prácticas y saberes fundamentales. Mediante la sinergia de tradiciones ancestrales y técnicas modernas, las Escuelas de Campo celebran la transferencia intergeneracional, convirtiéndose en guardianas de identidades y conocimientos locales.
«El proceso de realizar huertas y elaborar abonos orgánicos nos brinda la posibilidad de cultivar plantas y alimentos saludables y robustos para nuestras comunidades», compartió una beneficiaria del proyecto CO.LO.RES de la Vereda La Esperanza.
El alcance de estas escuelas trasciende el terreno agrícola. La promoción del cultivo responsable es una premisa fundamental. Las Buenas Prácticas Agrícolas se erigen como pilares, cimentando cada paso en la producción alimentaria. Paralelamente, la elaboración de abonos orgánicos emerge como un recurso esencial, nutriendo la tierra y asegurando la sostenibilidad a largo plazo.
A través de las Escuelas de Campo «Aprender Haciendo», se está tejiendo un tejido comunitario más consciente y ecuánime. La conexión entre el conocimiento aplicado y el compromiso con la sostenibilidad forja las bases de un desarrollo duradero en la región.
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