Los pueblos indígenas y su conocimiento ancestral son clave para la conservación de la biodiversidad

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WWF – El Día internacional de los Pueblos Indígenas, una conmemoración que se realiza cada 9 de agosto desde hace 29 años, continúa más vigente que nunca. Este año, el eje temático es la elaboración de un nuevo contrato social con los indígenas, fundado en los derechos humanos y el respeto a la diversidad cultural.

WWF Colombia

“Vemos que toda la naturaleza está intacta, así como la han dejado los abuelos. Eso es muy importante, porque hasta ahora la conservamos y la vamos a seguir conservando, porque esa es nuestra lucha para no perder todo lo que tenemos y seguir valorando nuestra cultura como pueblo Murui- muina»

Abuelo Herlinto Fusiamena, Resguardo Predio Putumayo.

En un mundo caracterizado por cambios vertiginosos y una creciente demanda de recursos naturales, las culturas indígenas siguen enfrentando amenazas significativas. La falta de garantías para la defensa de sus territorios, junto con actividades como la minería, la explotación petrolera, los monocultivos y la pesca industrial, socavan sus estructuras sociales, culturales y autónomas, además de poner en peligro la biodiversidad de sus entornos.

De acuerdo con cifras de la ONU, hay alrededor de 476 millones de indígenas en el mundo, distribuidos en 5.000 grupos, que habitan 90 países y representan tan solo un 5% de la población mundial. A pesar de sus diversas culturas y lenguas, enfrentan carencias similares, agravadas por tensiones del entorno globalizado. La conmemoración de su día es esencial, ya que los desafíos que afrontan ponen en peligro también la biodiversidad de la que dependemos todos y todas. 


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El informe Amazonia Viva de WWF, que se lanzó durante la COP-27 del 2022, propone posibles soluciones a varios de los tensionantes, de la mano de socios locales e internacionales. Estas están alineadas con la propuesta que la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) y otros aliados han propuesto. Una de ellas es que a más tardar en el año 2025 se reconozcan como estrategias efectivas de conservación los esfuerzos que los pueblos indígenas y las comunidades locales han hecho en sus territorios, los cuales, sumados a figuras de protección como las áreas protegidas, podrían garantizar que hasta el 80% del bioma amazónico esté bajo alguna categoría que garantice su conservación.

Esta ambiciosa meta requiere medidas urgentes en los próximos tres años para salvaguardar áreas bien conservadas y para restaurar las tierras que tienen alta degradación. Conservar el 80% de este bioma amazónico requerirá garantizar y extender un mosaico de áreas protegidas y territorios indígenas.

Fotografía: Sebastián Galvis | WWF Colombia

Una simbiosis que no se debe alterar

Los pueblos indígenas son poblaciones que han vivido milenariamente con la naturaleza, hacen parte y dependen de ella. De ahí su relación de cuidado con la misma, y esa dependencia mutua permite la generación de conocimientos basados en la experiencia, que la ciencia occidental no tiene. La identificación de patrones, procesos y relaciones que surgen de su entorno son únicas y son las que les permiten adoptar medios de vida sostenibles, de los cuales se carece en la vida de las ciudades.


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Las selvas como ecosistema son fundamentales para la sobreviviencia del planeta, el saber de su funcionamiento y el conocimimiento tradicional es algo que solo poseen quienes las habitan. Por ende, respetar y conservar las comunidades étnicas es preservar los biomas que necesitamos para vivir.

Qué hacemos en WWF para fortalecer la gobernanza y conservar los territorios de la mano con los pueblos indígenas

Las constantes acciones de conservación, llevadas a cabo junto a las comunidades, han dejado huellas tangibles en diversas iniciativas. Destacan dos resoluciones en el ámbito de la pesca, así como el apoyo en la construcción del Plan de Manejo Ambiental del sitio Ramsar Estrella Fluvial de Inírida en Guainía, y la elaboración del plan de manejo ambiental de La Chorrera, en la región del Amazonas. También, el proceso de fortalecimiento de la gobernanza en el Putumayo ha marcado hitos significativos.

En la búsqueda de reforzar la gobernanza en estas comunidades, se ha dado prioridad al reconocimiento de sus territorios. Respondiendo a la pregunta de qué se gobierna, se ha encontrado que las comunidades indígenas poseen documentos de titulación con coordenadas que delimitan sus territorios, pero para las comunidades, estas coordenadas son más que números y datos geográficos; su relación con el territorio se establece a través de narraciones y conexiones espirituales transmitidas por los abuelos, taitas o mayores, que son los sabedores y conocedores de estos lugares.

Durante los recorridos de reconocimiento que nuestro equipo técnico de WWF hace con las comunidades, a menudo se encuentra que sus espacios ancestrales han cambiado. La llegada de colonos y la percepción de que campesinos consideran esos territorios también como suyos, plantean desafíos inesperados. Los indígenas son la puerta de entrada a los territorios más conservados, su sola presencia allí es un acto de resistencia, sin ellos, ese muro de contención se perdería y aceleraríamos el punto de no retorno.

Las comunidades indígenas necesitan opciones para sobrevivir de manera sostenible

Una de las principales estrategias de WWF en colaboración con las comunidades indígenas es la creación de equipos de monitoreo comunitario. Estos equipos adquieren habilidades en sistemas de información geográfica, utilización de cámaras trampa y gestión de datos, entre otras herramientas. Esta iniciativa busca fortalecer la gobernanza y permitir que las comunidades mantengan su rol fundamental como guardianes de sus territorios.

En los recorridos y en las malocas es donde confluyen los conocimientos occidentales y la tecnología con el saber ancestral. Después de reconocer e identificar caños, ríos, salados, empiezan a identificar quiénes los habitan, qué animales recorren estos lugares y, a través de los resultados de las cámaras trampa, los monitores comunitarios identifican las especies con los nombres que tienen en su propia lengua. Es allí donde empiezan las historias y las alternativas para encontrar en ese mundo que a veces perciben tan limitado, las razones para apoyar la conservación desde el punto de vista propio y del occidental.

Fotografía: Diana Giraldo | WWF Colombia

Sin embargo, asegurar que las poblaciones indígenas permanezcan en sus territorios practicando sus conocimientos requiere estrategias de sostenibilidad coherentes con su cosmovisión y realidad. La falta de recursos para una subsistencia digna es una razón principal de deserción, llevando a la vulneración de derechos, pérdida de cultura y de su lengua materna. Urge establecer economías sostenibles, justas e incluyentes en armonía con la naturaleza.

Por ello, en WWF Colombia también estamos comprometidos con la gestión de prácticas económicas sostenibles que conserven el equilibrio entre las comunidades y su entorno natural. Hemos desarrollado exitosos proyectos de producción sostenible de caucho, asaí, turismo sostenible comunitario y pesca sostenible, entre otros ejemplos.

Hoy, en la conmemoración de los pueblos indígenas del mundo, les agradecemos y resaltamos la importancia de seguir trabajando con ellos, apoyando sus procesos, respetando el conocimiento científico propio que, unido al occidental, nos permitirá seguir entendiendo de manera más completa la realidad de sus territorios para poder transmitirlos a las nuevas generaciones.


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