Por : Alexander Africano
Las comunidades de Mocoa siguen alerta ante la reubicación de habitantes de calle y se unen para enfrentar esta situación que pone en riesgo la tranquilidad y convivencia ciudadana.
En la mañana de hoy la comunidad del barrio La Esmeralda de la capital de Putumayo, se dió cita en el barrio San Miguel y allí se hizo un recorrido donde se pudo evidenciar la presencia de personas en condición de calle.
No es para menos que los barrios de la capital se encuentran en alerta por la posible llegada de estas personas ante la arremetida y el rechazo que han tenido en barrios como la Independencia y El Progreso donde sus moradores cansados de la ausencia de políticas sobre este aspecto decidieron actuar de forma voluntaria y declarar la presencia «no grata» de estas personas que finalmente son de condición vulnerable.
En el recorrido estuvieron acompañados por la Policía Nacional y la misma secretaría de gobierno municipal y se ha solicitado mayor atención al respecto, pues el barrio San Miguel es un lugar que no ha tenido la intervención suficiente en temas como demolición de viviendas que quedaron después de la avalancha y donde estos lugares pueden ser objetos de alojamiento temporal y de todo tipo de delitos.
La atención sigue en Mocoa y a pesar de las decisiones de la misma comunidad no baja la presencia de habitantes de calle y ya hay expectativa por un fenómeno de disuasión-reacción que se viene dando, esto si se tiene en cuenta posibles barrios de llegada de personas en condición de calle como las Américas, Seis de Enero, San Miguel y otros.
El llamado a las familias y sociedad en general de la capital, a quienes les asiste un deber de cuidado para que los jóvenes hombres y mujeres no caigan en el flagelo de las drogas , esto en el entendido que hay personas de calle que son de Mocoa. También para el ICBF pues contrario a años anteriores se están observando a menores de edad en esta condición; y claro el llamado a las Autoridades judiciales para que se fortalezca la lucha contra el tráfico y microtráfico de sustancias psicoactivas.
Mientras tanto se sigue a la espera de una verdadera Política Pública Social para habitantes de la Calle, que busque prevenir que las personas, y especialmente los niños, niñas y adolescentes, lleguen a esta situación, así como restituir los derechos de los ciudadanos habitantes de calle y generar rutas de atención para esta población.