ContextoGanadero – Villagarzón hace parte del medio Putumayo, se ubica en el piedemonte amazónico, de hecho allí comienza la gran llanura amazónica y es el municipio mayor productor de chontaduro a nivel nacional.
Para este año esperan que la cosecha alcance las 10.000 toneladas de acuerdo con la Asociación de Chontadureros (Asochon). De esa cantidad de chontaduro y de acuerdo con análisis bromatológicos que se han realizado de la fruta encontraron unos componentes muy similares al maíz y en algunas ocasiones con mejores porcentajes, según indicó Adriano Escobar, presidente del Comité de Ganaderos de Villagarzón.
Desde las dificultades que generó la crisis de pandemia, son variadas las estrategias e iniciativas para tratar de mejorar la productividad, industrialización y comercialización del producto, sin embargo su alto grado como fruta perecedera y la falta de articulación institucional combinada con la necesidad de utilizar subproductos y residuos de cosechas de la región para alimentación animal, han impulsado la creatividad de los productores agropecuarios.
Es así como desde el Comité de Ganaderos, junto a Asochon y la Asociación de jóvenes Emprendedores rurales de Villagarzón (Ajerv) idearon la implementación de dos métodos de conservación de la chirilla (producto de bajo valor comercial de chontaduro), a través de ensilajes sólidos en bolsa plástica y líquidos en canecas de 200 litros; siendo estos los más económicos y de fácil preparación.
El chontaduro es una fruta altamente perecedera, un par de días después de cosechada empieza su proceso de descomposición, entonces desde el Comité de Ganaderos empezaron hace tres años a hacer unos ensayos conservando a través del ensilaje, tanto sólido como líquido, la fruta.
Al principio los resultados no fueron los mejores pero poco a poco han venido estandarizando el producto y se va a dar a conocer públicamente en el marco de la feria del chontaduro que se realizará la segunda semana de marzo para lo cual esperan editar una cartilla donde se explica el método del ensilaje del chontaduro.
Este ensilaje ha permitido conservar la fruta, a partir de un mes de estar ensilado se puede dar como consumo a los animales y esa fruta puede estar en ese sistema hasta un año, según los ensayos que han realizado. Esa fruta ha servido de alimentos no solo para los bovinos sino también para explotaciones porcícolas y avícolas.
“Hoy a través de la ART – PDET con recursos del Fondo Colombia en Paz en un proyecto de ganadería sostenible dotamos con 750 canecas plásticas a más de 100 familias ganaderas, que en época de cosecha de chontaduro nos permitirán la conservación de la fruta, forrajes, leguminosas y/o maíces nativos; al igual que con recursos del Comité de ganaderos, proveemos de bolsas plásticas silo pack con fuelle y calibre 7 para ensilajes en sólidos; lo anterior nos permite conservar alimento para nuestro ganado en la época fuerte de lluvias, que se traduce en un mejor flujo de caja para nuestros productores”, indicó.
El chontaduro se cosecha manualmente de unas palmas espinosas que alcanzan los 10 y 15 metros de altura y la cosecha la hacen unas personas que se llaman maroteros. Una vez el producto está en el piso se desgrana, es decir, sale de la espiga y queda como fruta que está compuesta por la pulpa, la pepa y una tapa que se llama bráctea.
La mejor manera de ensilarlo es incluida la tapa dado que si se le quita ésta el producto tiende a desvanecerse después de tres o cuatro meses. El chontaduro con fruto, cáscara y bráctea, tal cual se desprende del racimo, se ensila en sólido o en líquido con elementos muy sencillos y quitando la mayor cantidad posible de cápsulas de oxígeno para que mejore la conservación del producto. Después de 30 días empieza la utilización del producto para consumo animal.
En materia de costos explicó que un kilo de maíz desde la cabecera municipal puesto en el área rural oscila entre $2.000 y $2.300, mientras que un kilo de chirilla de la zona rural al pueblo cuesta $700.
Siendo una fruta extremadamente dura, al ensilarse queda muy blanda y es muy bien recibida por la vaca, no hay necesidad de pulverizarla.
“Los esperamos en la segunda semana de marzo a la VI Feria Nacional del Chontaduro, en la Plaza de Ferias de Villagarzón, dónde a través de un taller teórico práctico mostraremos y enseñaremos el método utilizado”, concluyó Escobar.