
Mocoa, Putumayo – Tras las recientes celebraciones, la Gobernación del Putumayo hace un llamado urgente a los padres de familia y cuidadores. El peligro de la pólvora no termina cuando se apagan las luces; el verdadero riesgo puede estar oculto en el suelo, en forma de residuos altamente tóxicos.
El «veneno silencioso» en los artefactos pirotécnicos
El fósforo blanco, una sustancia química altamente nociva, es un componente común en artefactos aparentemente «inofensivos» o pequeños como:
- Totes
- Triqui-traques
- Martinicas
- Diablitos
Esta sustancia permanece en los restos de pólvora después de ser activada. Debido a su aspecto o curiosidad natural, los niños menores de 5 años pueden ingerirlos por error al encontrarlos en calles, parques o patios, lo que provoca intoxicaciones graves que pueden comprometer órganos vitales de forma irreversible.
La prevención es la mejor medicina
Para evitar tragedias que lamentar en nuestros hogares, la Gobernación recomienda seguir estas tres reglas de oro:
- Revisión del entorno: Después de cualquier celebración, inspecciona minuciosamente los alrededores de tu casa, parques y zonas de juego. Asegúrate de que no queden restos de pólvora.
- Supervisión estricta: Mantén a los niños menores de 5 años alejados de zonas donde se haya manipulado pirotecnia. Su curiosidad los lleva a explorar con las manos y la boca.
- Acción inmediata: Ante cualquier sospecha de ingestión de residuos de pólvora, no induzcas el vómito. Lleva al menor de inmediato al centro de salud más cercano.
«En Putumayo, entendemos que la alegría de las fiestas no debe verse empañada por accidentes evitables. La seguridad de nuestros niños es una responsabilidad compartida.»
La vida es primero. #LaPólvoraNoEsUnJuego
Gobernación del Putumayo