Putumayo – Germán Ortiz, quien dedicó dos décadas de servicio irrestricto al Partido Conservador, anunció hoy su renuncia irrevocable a la colectividad. Ortiz calificó su salida como el resultado de la «más grande injusticia de la política putumayense» y denunció que en el partido «la palabra perdió valor».
Durante 20 años, Ortiz afirmó haberse mantenido en el «Frente de Batalla,» ofreciendo lealtad a toda prueba y acompañando procesos electorales a nivel de Cámara, Gobernación, Asamblea, alcaldías y consejos municipales, destacando su trabajo en los medios de comunicación, vitales para el éxito de cualquier campaña. Subrayó que nunca solicitó nada diferente al respeto por la palabra empeñada, la defensa de la base conservadora y el reconocimiento al trabajo territorial y serio. Como prueba de su lealtad, recordó que no abandonó a Jorge Coral después de su encarcelamiento, quedándose con el amigo hasta que este demostró su inocencia.
Acusaciones Directas Contra la Senadora Benavides
El detonante de la renuncia, según Ortiz, fue la actuación de la senadora nariñense Liliana Benavides, miembro del directorio nacional conservador. Ortiz lamentó profundamente que Benavides decidiera «desconocer la voluntad popular, el clamor de la militancia y el esfuerzo de 5 meses del directorio departamental». Este trabajo riguroso tenía como objetivo conseguir una lista competitiva y representativa de las tres zonas geográficas de Putumayo.
En su lugar, Ortiz asegura que la senadora impuso una decisión hecha «a conveniencia de Jimmy Díaz». Para Ortiz, estas actuaciones evidencian una forma de proceder que no corresponde a los valores que siempre defendió, sintiendo que el «portazo» recibido no es solo una afrenta personal, sino un irrespeto a miles de putumayenses que veían en ellos «la esperanza de una forma distinta de hacer política».
Nace una Nueva Fuerza Política
Ortiz invitó a los líderes y militantes del Partido Conservador a reflexionar sobre el trato que recibió, preguntando: «¿qué deben esperar quienes apenas empiezan o quienes no se prestan para los juegos de intereses?».
Llamó directamente a sus seguidores a no quedarse en la colectividad: «no se queden allá». En su lugar, los instó a caminar hacia otros senderos que sí ofrezcan apoyo, reconocimiento al trabajo, coherencia y grandeza.
Lejos de considerar su renuncia como una derrota, Ortiz la presentó como un nacimiento. «Ha surgido aquí una fuerza política distinta, libre de egoísmos, de intrigas y de marrullas,» afirmó. El enfoque de este nuevo movimiento estará en la gente y las personas que componen el equipo, más allá del partido o el color político.
El exdirigente conservador concluyó con un mensaje de esperanza y dignidad, invitando a sus amigos y ciudadanos a caminar juntos hacia un nuevo horizonte donde «la política vuelva a ser un instrumento de dignidad». Aseguró que lo que viene será «aún más grande, más limpio y más justo que todo lo que dejamos atrás». De manera contundente, Ortiz manifestó su creencia de que lo hicieron tan bien que «nos sacaron porque sabían que les íbamos a ganar».