
El sábado finalizó el sexto ciclo de diálogos del gobierno con la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano (Cneb) de la que hacen parte los Comandos de la Frontera, el grupo casi hegemónico en Putumayo, comandado por alias “La Araña” detenido en La Picota y por la Coordinadora del Pacífico, de Nariño.
Lo acordado. En materia de garantías electorales se estableció no obstruir la distribución de material electoral en las elecciones de 2026. También se definió la creación de Zonas de Capacitación y Ubicación Temporal (ZUT-Zociut), en las que 200 integrantes de la Cneb, 100 en Nariño y 100 en Putumayo, iniciarán el tránsito a la ciudadanía plena a través de un proceso de reintegración social, política, económica, cultural y comunitaria. Las primeras dos zonas, que serán un piloto, durarán 10 meses y se ubicarán en las zonas rurales de los municipios de Roberto Payán y del Valle de Guamez.
Las ZUT-Zociut serán vigiladas por la Fuerza Pública y los miembros de la mesa de diálogos serán quienes evalúen su funcionamiento y realicen cambios.
Las críticas.
Sobre las zonas de ubicación temporal. Un habitante de Putumayo y seguidor de la mesa de diálogos, que prefirió no dar su nombre por seguridad, resaltó que las zonas: “Se están haciendo a espaldas de la gente y sin los mandatarios locales”, dónde estás se van a ubicar.
El representante a la Cámara por Putumayo, Andrés Cancimance, cree que estas zonas son una forma de legitimar desde el Estado el control territorial que ya tiene la Cneb.
La Silla intentó contactar al alcalde del Valle del Guamuez, Putumayo, en cuya zona rural se ubicará una de las ZUT-Zociut. Sin embargo, no obtuvo respuesta.
Armando Novoa, jefe negociador de los diálogos, está en desacuerdo. Afirmó que las zonas de ubicación temporal no representan una ventaja para el grupo criminal, porque que van a estar bajo el control directo de la Fuerza Pública y no podrán entrar a estas zonas con uniformes o armamento.
Con respecto a las garantías para ejercer la política. Aunque el grupo se comprometió a no interferir en las elecciones, en las últimas que hubo para elegir gobernador, las comunidades denunciaron lo contrario.
Según un líder social del Putumayo, los Comandos siguen ejerciendo control social. Denunció que las comunidades fueron obligadas a cooperar en la reciente construcción de vías y espacios sociales.
¿Qué los motiva a negociar? Aunque para Novoa el principal incentivo para que la Cneb negocie es el desgaste de mantener el conflicto, para Cancimance son los beneficios que les da mantenerse en la mesa de negociación, como que al haber un proceso de diálogo, para la fuerza pública puede no ser claro cómo actuar. Adicionalmente, está en juego la extradición de su máximo jefe.
Los temas ambientales no hacen parte de la mesa. Cancimance advirtió que problemáticas que agudizan la deforestación y degradan al medio ambiente, no ha sido tratadas ni contempladas.
Este es uno de los temas fundamentales a tratar, dado que en Putumayo la deforestación está fuertemente influenciada por el rol que tiene la Cneb en el narcotráfico. Lo que, según Cancimance, al no ser tratado “es una especie de comodín para que sigan fortaleciéndose”.
Novoa admitió que este tema debe ser tratado en una próxima mesa, pero que la Cneb se ha comprometido a sustituir 15 mil hectáreas de coca en Putumayo y 15 mil en Nariño.
Putumayo, en la última década, fue el departamento 100% amazónico con la tasa sostenida más alta de deforestación, ligada principalmente a los cultivos de coca, una actividad económica de la que se lucran y que promueven los grupos armados.