
URT – La Dirección Territorial Putumayo de la Unidad de Restitución de Tierras (URT) lideró esta histórica entrega, resultado de la Sentencia 003 del 17 de octubre de 2025, a cargo del Juzgado Cuarto Civil de Restitución de Tierras con Enfoque Étnico de Mocoa, bajo una consigna: no es solo la devolución del territorio, sino una acción de justicia transicional que reivindica la dignidad, la identidad y la pervivencia cultural de este pueblo ancestral.
La URT hizo la entrega simbólica de un territorio de 350 hectáreas más 9.084 m2, focalizada en 12 globos; distribuidos en las veredas La Diana, El Danubio, Las Minas y Marmato (Puerto Asís), tal como La Cristalina (Puerto Caicedo). El evento contó con la presencia y liderazgo de la directora de Asuntos Étnicos de la URT, Enelia Salinas Chivatá, tal como la directora territorial de la Unidad en Putumayo, Diana Silva Montealegre.
La sentencia, en el marco del Decreto Ley 4633 de 2011, establece una serie de órdenes a diversas entidades estatales, enfocadas en la reparación integral y la pervivencia física y cultural de 230 personas (57 familias) pertenecientes al pueblo Nasa. Por ello, estuvieron presentes la Unidad para las Víctimas, Agencia Nacional de Tierras, Unidad Nacional de Protección, el ICBF y el SENA, junto a las autoridades ancestrales. Asimismo, es importante recalcar que esta orden incluye la implementación de proyectos como la construcción de vivienda digna.
La directora territorial Diana Silva Montealegre resaltó la trascendencia de este logro: «esta sentencia no solo devuelve la tierra a la Comunidad Ksxa’w Nasa, sino que reivindica la dignidad y la historia de un pueblo que resistió al despojo. Con ella se garantiza su pervivencia física y cultural, fortaleciendo sus prácticas ancestrales y su arraigo en el Putumayo».
La jornada culminó con un baile tradicional de la comunidad, que integró a todos los participantes. Con esto, la URT Putumayo suma su quinta entrega étnica en la vigencia 2025, un logro significativo para las comunidades víctimas en la región.
La Unidad avanza así en la protección de los derechos territoriales de la población, contribuyendo a la construcción de paz y al desarrollo rural con un enfoque pluricultural.