
Infobae – La operación, realizada en menos de un mes, consolida uno de los avances más significativos del proceso de paz territorial en Nariño y Putumayo
El Gobierno nacional confirmó la finalización de la destrucción de más de 14 toneladas de material de guerra entregado por la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano (Cneb) como parte del proceso de paz que adelanta con esta organización.
La última fase se llevó a cabo en el municipio de Tumaco, Nariño, donde se eliminaron 4.140 kilos de explosivos y armamento artesanal, lo que marcó el cierre del compromiso pactado entre las partes.
Según el comunicado oficial de la Consejería Comisionada de Paz, el proceso se ejecutó “en cumplimiento de lo suscrito en el Acuerdo Nº 12 y la Hoja de Ruta de este proceso de paz”, y forma parte de las acciones concretas para la reducción de la violencia en el sur del país. La destrucción del material se realizó en tres jornadas: la primera en Puerto Asís (Putumayo), la segunda en Inda Zabaleta (Nariño) y la última en Tumaco.
Durante el más reciente operativo, el material incautado incluía más de 100 granadas artesanales, un número similar de minas antipersonal y otros artefactos explosivos, como agentes de voladura superanfo, misiles, morteros y cilindros metálicos. La consejería destacó que el total del material —14,5 toneladas— fue eliminado en menos de un mes, un plazo considerablemente menor al previsto en los acuerdos iniciales.
El comunicado también subrayó que el proceso con la Cneb avanza “hacia la superación de las violencias en estos dos departamentos con la transformación territorial y la implementación eficaz de lo acordado”. Entre las metas próximas se encuentra la creación de Zonas de Capacitación Integral y Ubicación Temporal (ZUT), donde se facilitará la reincorporación a la vida civil de al menos 120 excombatientes, en coordinación con la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN).
Estas zonas estarán ubicadas en Nariño y Putumayo y servirán como espacios de transición temporal. Armando Novoa, jefe negociador del Gobierno, explicó en declaraciones desde Puerto Asís que el objetivo es ampliar la cobertura. “Inicialmente, son 60 en Nariño y 60 en Putumayo. Tengamos en cuenta que la Coordinadora, según informes de inteligencia, agrupa alrededor de 2.500 hombres en armas. Yo no quisiera anticipar y avanzar en cifras especulativas, pero quisiéramos que a marzo llegáramos con un número muy superior a 120”, indicó.
El 15 de octubre, durante el anuncio de la destrucción realizado en Putumayo, el presidente Gustavo Petro recibió la llamada “panela de paz”, símbolo del compromiso adquirido por la Cneb para sustituir cultivos ilícitos por caña de azúcar. El grupo armado se comprometió a erradicar más de 30.000 hectáreas de coca en los departamentos de Nariño y Putumayo, destinando esas tierras a proyectos agrícolas sostenibles.
El proceso con la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano es considerado por el Gobierno como uno de los más avanzados dentro de la política de Paz Total, implementada por la actual administración. La estructura armada se separó de la Segunda Marquetalia, comandada por Iván Márquez, a finales de 2024, y desde entonces ha mantenido negociaciones activas con el Ejecutivo.
Walter Mendoza, jefe del equipo negociador de la Cneb, manifestó en diálogo con medios sentirse “optimista para alcanzar un acuerdo definitivo pronto”. Además de la entrega del material bélico, señaló que la organización espera consolidar la transición de sus integrantes a la vida civil y fortalecer los compromisos con las comunidades.
El desarrollo de las negociaciones ha tenido episodios de tensión. A inicios de septiembre, dos militares resultaron heridos durante un operativo contra un laboratorio de cocaína en Putumayo, luego de ser atacados por un grupo de personas. Este hecho llevó al Gobierno a condicionar la continuidad del diálogo a que los Comandos de la Frontera rechazaran públicamente la agresión.
La Cneb respondió mediante un comunicado en el que lamentó los hechos, aunque no ofreció detalles sobre su presunta participación. Las conversaciones también enfrentaron dificultades en febrero, cuando la Fiscalía General de la Nación detuvo a Andrés Rojas, alias “Araña”, comandante de los Comandos y delegado en la mesa de negociación, en cumplimiento de una circular roja de Interpol por cargos de narcotráfico.
A pesar de los contratiempos, la Consejería Comisionada de Paz aseguró que mantendrá los esfuerzos por alcanzar la paz y que la destrucción del material de guerra es una acción constituye “una acción concreta de protección de la vida digna” y se enmarca en los esfuerzos por garantizar la seguridad de las comunidades que históricamente han sufrido los efectos del conflicto armado.