Advierten sobre los riesgos de la gasolina adulterada, que crece en esta temporada: cuidado con precios muy bajos

Publimayo

Semana. Siguen aumentando los casos de contrabando y adulteración de combustibles en distintas regiones del país.

En medio de la temporada de disfraces, un problema silencioso sigue afectando a los colombianos: la venta y el consumo de gasolina adulterada. Aunque se ofrece a precios más bajos, este combustible representa un riesgo real para los vehículos, la calidad del aire y la seguridad del país.

Según reportes recientes de la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP), la demanda irregular de gasolina adulterada ha impactado el consumo legítimo en ciudades como Bogotá, y en departamentos fronterizos como La Guajira, Putumayo, Vichada y Norte de Santander. Detrás de este fenómeno se esconden redes de contrabando que alteran la composición del combustible, afectando la eficiencia de los motores y aumentando los costos de mantenimiento.

Además del daño mecánico, el combustible ilegal suele provenir de perforaciones o conexiones ilícitas a los poliductos, generando riesgos ambientales y de seguridad, incluyendo posibles explosiones o contaminación de suelos y fuentes hídricas.


Publimayo

“Las gasolinas adulteradas o de contrabando son un engaño disfrazado de ahorro. No solo roban el dinero y dañan el motor de los colombianos, sino que atentan directo contra el medio ambiente y el abastecimiento del país. Nuestra respuesta a esta práctica ilegal es la calidad indiscutible y la innovación sostenible”, afirma Juan José Martínez, presidente de Primax Colombia.

Frente a este panorama, expertos del sector energético hacen un llamado a reforzar los controles y promover el uso de combustibles certificados que garanticen la calidad del producto y el cumplimiento de estándares ambientales. Algunas empresas han adoptado alternativas sostenibles con gasolinas y diéseles de menor impacto ambiental, que reducen emisiones y contribuyen a las metas nacionales de descarbonización.

Las autoridades recomiendan a los conductores estar atentos a señales que podrían indicar adulteración del combustible, como olor fuerte a químicos, coloración anormal, humo excesivo o una reducción en el rendimiento del vehículo. Además, invitan a denunciar cualquier punto de venta sospechoso ante las entidades competentes.

El ahorro aparente de la gasolina adulterada puede transformarse rápidamente en un gasto elevado, en perjuicio del motor, la salud y el medio ambiente.


Publimayo


Publimayo