“Si no conocemos lo que tenemos, no lo podemos conservar”: el legado del Herbario Amazónico Dairon Cárdenas

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Foto 1. Herbario Amazónico Colombiano Dairon Cárdenas López-COAH, Instituto Sinchi Sede Bogotá. Investigador realizando trabajo de identificación de especímenes botánicos.

La colección más completa de plantas de la Amazonia colombiana está en Bogotá, en una gran biblioteca científica que resguarda más de 130.000 ejemplares botánicos y 10.000 especies. Así funciona este archivo fundamental para la ciencia y la conservación.

En una sala fresca de la sede en Bogotá del Instituto SINCHI, está el Herbario Amazónico Colombiano Dairon Cárdenas López (COAH), que conserva  los secretos del bosque amazónico, una memoria viva de la biodiversidad. Un puente entre la selva y la ciencia.  La colección más completa sobre flora amazónica en Colombia y una de las más relevantes del país.

Esta es una biblioteca distinta. En lugar de libros, reposan hojas, tallos y flores de los más de 130.000 ejemplares y cerca de 10.000 especies que han sido recolectados durante más de 25 años por el equipo de botánicos que desde el primer momento observan detalles minúsculos: la nervadura de una hoja, el polvillo de una flor diminuta, el patrón de una semilla recolectada en algún rincón remoto de la Amazonia.

Son plantas secas, prensadas con delicadeza, clasificadas, etiquetadas y almacenadas con precisión científica. A los lados, grandes archivadores metálicos – algunos móviles, otros fijos- se alinean en filas impecables. Cada cajón resguarda decenas de cartulinas blancas donde han sido montadas, con precisión casi quirúrgica, muestras botánicas secas: helechos, semillas, cortezas, lianas y hojas que alguna vez respiraron bajo la luz de la selva y que hoy son la muestra de un gran bioma.


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Todo está organizado al milímetro, porque cada ejemplar cuenta una historia: dónde fue hallado, qué especie representa, qué nombre le dan las comunidades que lo conocen. en los estantes, las plantas reposan como testigos silentes del conocimiento, esperando ser consultadas, comparadas, nombradas o redescubiertas. Esta gran colección ha sido validada por especialistas nacionales e internacionales, que corroboran el estatus taxonómico de cada planta registrada. Su primer curador y mayor colector fue el biólogo Dairon Cárdenas López (q. e. p. d.), quien recolectó más de 55.000 ejemplares a lo largo de su carrera, convirtiéndose en el mayor colector individual del herbario y de Colombia.

Foto 2. Archivadores donde se organizan sistemáticamente los especímenes botánicos a manera de una gran biblioteca de plantas en el Herbario Amazónico Colombiano Dairon Cárdenas López.

Un archivo vivo que nace en la selva

Pocas personas imaginan que un herbario empieza en campo, en algún rincón remoto de la Amazonia colombiana, a partir de una pregunta de investigación, una expedición o un proyecto. “Vamos a lugares con vacíos de información y empezamos a recolectar muestras de plantas caminando por senderos, muchas veces junto a comunidades indígenas, que nos comparten sus conocimientos sobre los nombres y usos de las plantas. Es un trabajo conjunto, de doble aprendizaje”, explica Nicolás Castaño, coordinador del programa Ecosistemas y Recursos Naturales, del Instituto SINCHI.

Expediciones en la amazonia colombiana por parte de investigadores botánicos del Instituto SINCHI y coinvestigadores de las comunidades en territorio para la recolección de muestras botánicas, como parte del continuo ejercicio que se desarrolla para incrementar el conocimiento de la flora amazónica.

El proceso de recolección, clasificación y conservación se conoce como herborización, e incluye varias etapas:

  • Recolección de muestras en campo.
  • Envío al herbario en Bogotá.
  • Secado en hornos especiales y prensado para conservarlas.
  • Montaje estético de cada muestra para resaltar su forma y estructura.
  • Identificación taxonómica por parte de botánicos expertos.
  • Almacenamiento organizado según un sistema de clasificación.

Así, cada planta recolectada se convierte en parte de una base de datos viva, fundamental para el conocimiento de la biodiversidad colombiana y para la toma de decisiones en conservación.


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Una historia que empezó en Araracuara

El Herbario nació en 1983 en Araracuara, Caquetá, con una primera colección de 1.200 ejemplares recolectados por científicos como Miguel Pabón, Raúl Echeverry, Constanza La Rotta, Zulma Piñeros y Jesús M. Idrobo. En 1985 fue aceptado por la Asociación Colombiana de Herbarios, y en 1990 fue trasladado a Bogotá debido a problemas fitosanitarios. En 1993 ingresó al Index Herbariorum, el registro mundial de herbarios.

Con la creación del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI en 1994, el biólogo-botánico Dairon Cárdenas López fue designado como curador. Años después de su fallecimiento, el herbario fue nombrado en su honor como reconocimiento a su invaluable labor.

Foto. 10. Dairon Cárdenas López, primer curador y mayor colector del Instituto SINCHI, quien recolectó más de 55.000 ejemplares a lo largo de su carrera, convirtiéndose en el mayor colector individual del herbario y de Colombia.

Descubrimientos en el corazón de la selva

Las expediciones lideradas por el Instituto SINCHI han revelado verdaderos tesoros botánicos. Uno de los lugares con más hallazgos es La Chorrera, en el Amazonas, donde se identificaron especies que anteriormente solo se conocían en países vecinos como Perú o Ecuador. Sin embargo, aún existen muchos vacíos de información en la Amazonía colombiana que aún guardan especies nuevas para la ciencia

Estas investigaciones no solo amplían el conocimiento científico, sino que tienen también un impacto directo en la conservación. “Este herbario es una herramienta para las generaciones futuras, para la educación, la política ambiental, y sobre todo, para que sepamos lo que somos y que tenemos como país megadiverso”, afirma Wilson Rodríguez, actual director y curador del Herbario.

Hoy, toda la información del Herbario Amazónico Colombiano está sistematizada y disponible para consulta en la página web del Instituto SINCHI, https://www.sinchi.org.co/coah, https://sinchi.org.co/coah/herbario-virtual

En lugar de libros, reposan hojas, tallos y flores de los más de 130.000 ejemplares y cerca de 10.000 especies que han sido recolectados durante más de 25 años por el equipo de botánicos


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