

ContextoGanadero – En una región históricamente marcada por el conflicto y el olvido, Liderman Salazar ha logrado consolidar una finca modelo que combina biotecnología, genética de precisión y trabajo familiar. Su esfuerzo de décadas le ha valido el reconocimiento nacional y ha puesto al departamento en el mapa ganadero de Colombia.
En Puerto Asís, Putumayo, una de las zonas más lluviosas y retadoras del país, Salazar ha labrado durante 30 años un camino que empezó en medio del barro y las trochas, pero hoy lo lleva a lo más alto de la ganadería nacional.
Con disciplina, fe y ciencia, convirtió su hato en un referente nacional y recibió la Medalla al Mérito Gyr por parte de la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Cebú (Asocebú) durante los actos protocolarios en la pasada edición de Agroexpo.
Liderman Salazar llegó al Putumayo hace cuatro décadas con el sueño de hacer ganadería en una tierra dura, pero fértil. En el municipio de Puerto Asís fundó Ganadería La Cruz, un proyecto que ha evolucionado de manera ejemplar, enfrentando un entorno adverso de orden público y clima adverso.
“Acá llueve muchísimo, pero fuimos constantes y disciplinados. Eso ha sido clave para nuestro éxito”, declaró en entrevista a CONtexto ganadero. (Lea en CONtexto ganadero: Ganadería La Cruz, copropietaria de la genómica del mejor toro gyr lechero)
Desde sus inicios, apostó por la mejora continua, es por eso que trajo sus primeros ejemplares desde Pereira, en viajes de hasta una semana sorteando derrumbes, barro y pérdidas. De acuerdo con el ganadero, “era una tarea durísima, colonizar esas tierras, pero cada dificultad nos enseñó a mejorar”.
En medio de ese camino, muchos ganaderos optan por cruzas múltiples, pero Salazar se mantuvo firme en trabajar con gyr puro. Fue gracias a eso que hoy tiene la filosofía que “el ganadero que se vuelve multirraza no progresa. Hay que consagrarse en una sola línea”.
Así, aplicó técnicas como la inseminación artificial con rigor técnico, y más tarde incorporó biotecnologías avanzadas como la transferencia de embriones y el uso de embriones vitrificados. Hoy su hato cuenta con vacas donadoras seleccionadas bajo parámetros de alta productividad.
Según Salazar, “no todas las vacas deben ser donadoras, hay que identificarlas bien”. Esta exigencia le ha permitido aumentar la eficiencia, productividad y calidad genética, con animales que destacan incluso en pistas nacionales.
Reconocimientos
El reconocimiento más reciente, la Medalla al Mérito Gyr de Asocebú, recibida en Agroexpo 2025, es el resultado de décadas de trabajo familiar y técnico.
En palabras de Salazar, “no es una medalla mía, es una distinción para todo el Putumayo, para mi familia, mis trabajadores y los veterinarios que nos han acompañado”.
Afiliado a Asocebú desde hace 25 años, este ganadero ha cumplido con todas las exigencias técnicas como edad al primer parto, pesajes, producción lechera para donadoras, entre otras. Es por esto que para él, el trabajo en equipo dentro de la finca es tan importante como el soporte institucional, pues “uno solo no progresa si no tiene un buen equipo en la finca”.
En este sentido, el ganadero expuso que la ganadería no es un hobby, ni una rutina pasiva, “no es solo ponerse las botas y tomarse el tinto. Hay que empantanarse, montar a caballo, conocer cada vaca, sembrar pastos, hacer forraje”.
Ese nivel de compromiso ha dado frutos medibles gracias a que el año anterior obtuvo vacas gyrolando récord nacional en producción de leche con 68 y 71.8 litros para vacas adultas y vacas jóvenes, respectivamente.
Además, se proyecta tener su propia marca de leche A2A2 producida en Putumayo, una apuesta por la diferenciación en el mercado.
Genética nacional
La ganadería La Cruz toma su nombre de la devoción familiar a la Santa Cruz y el 3 de mayo, día de su celebración, pero más allá de la fe, su futuro está enfocado en ciencia.
Con alianzas internacionales como la del toro Antonione Fiv Cabo Verde, patrimonio genético de Colombia, y colaboraciones con Brasil, busca seguir mejorando la genética gyr en el país y fuera de él. (Lea en CONtexto ganadero: Colombia, con pie derecho en Expozebu Brasil 2024)
Finalmente, Salazar aseguró que “nos sentimos orgullosos de lo que hemos conseguido, pero esto no se detiene. Queremos seguir creciendo porque es más difícil quedarse que avanzar”.
