
ACP –

Los resultados del Informe de Recursos y Reservas 2024 de la ANH ratifican la coyuntura crítica en la que se encuentra el país en materia de reservas de petróleo y gas. Sin embargo, hay algunos aspectos destacables, como la estabilidad en las reservas probadas de petróleo y el aumento significativo de los recursos contingentes de gas, gracias al trabajo técnico entre los actores del sector y el liderazgo de la ANH.
Estos logros, aunque valiosos, siguen siendo insuficientes ante los desafíos. Es indispensable tomar decisiones oportunas que estimulen la exploración, fortalezcan la inversión y aseguren un horizonte energético confiable para todos los colombianos.
PETRÓLEO
Las reservas probadas de petróleo para 2024 fueron de 2.035 millones de barriles (MBl), 0,74% superiores a las de 2023 (2.020 MBl), debido a que las reservas incorporadas lograron reponer el volumen producido durante el año y generar un pequeño excedente de 15 MBl (equivalente a 19 días de producción). Por lo tanto, el factor reservas/producción se mantiene prácticamente estable, pasando de 7,1 en 2023 a 7,2 para 2024.
Se destaca el aumento en la incorporación de reservas, debido a la producción de recobro mejorado y producción incremental, que para 2024 sumaron 60 MBl, más del triple de lo incorporado en 2023 (19 MBl). Si bien es cierto que estas medidas incrementan las reservas probadas, también aceleran el consumo de los recursos disponibles. En la práctica, esto genera que nos ‘comamos’ más rápidamente la despensa y, por tanto, se reduzcan los volúmenes totales.
Por eso preocupa que el total de reservas (probadas, probables y posibles) haya caído en un 3,9% al pasar de 3.218 MBl a 3.092 MBl. También los recursos contingentes disminuyeron en un 13%, al haberse reclasificado algunos de ellos como reservas.
Todo lo anterior refleja un esfuerzo técnico de la ANH y del Comité Interinstitucional con la industria para convertir recursos en reservas aprovechables. No obstante, evidencia la necesidad urgente de encontrar nuevas fuentes de suministro que permitan aumentar el volumen total de reservas disponibles en el mediano y largo plazo.
GAS
Las reservas totales de gas (probadas, probables y posibles) han venido cayendo forma constante desde 2012, con excepción del 2021, cuando el cierre de algunos campos y la baja en la demanda permitieron que incrementaran ligeramente.
Las reservas probadas (las de mayor certidumbre para abastecer el país) registraron una caída del 13% frente a las del 2023 y de un 57% en comparación con 2014. La baja tasa de reposición es preocupante pues no estamos logrando reponer de forma contundente el gas que consumimos. En 2024 se comercializaron 351 GPC (Giga pies cúbicos) pero solo se incorporaron 42 GPC, es decir que por cada 10 pies cúbicos producidos solo se adicionaron 1,2 nuevos.
Además, las mayores adiciones siguen proviniendo de proyectos ligados a la producción de petróleo y condensados, como la producción incremental y el recobro mejorado, no de nuevos desarrollos de gas seco.
Vale la pena resaltar el incremento de los recursos contingentes en un 48% con respecto al 2023, alcanzando los 11 TPC (tera pies cúbicos), equivalentes a más de cinco veces las reservas probadas actuales. El 67% de estos recursos están ubicados costa afuera y son fruto de los más de 20 años de trabajo en las diferentes provincias gasíferas del caribe colombiano. Pero estos recursos aún no están disponibles, su desarrollo está condicionado a la superación de contingencias ambientales, sociales, técnicas y económicas.
ES MOMENTO DE ACTUAR
La evidencia es clara, en reservas de gas Colombia no está reponiendo todo lo que consume y en petróleo apenas alcanza a reponerlo, por lo que se está reduciendo el inventario total de recursos disponibles. Esta tendencia pone en riesgo la seguridad energética del país y su capacidad para garantizar el abastecimiento confiable a hogares, empresas e industrias.
Hacemos llamado urgente y propositivo al Gobierno nacional para que se estimule la exploración y se fortalezca la inversión, con condiciones contractuales competitivas, gestión de las contingencias que limitan el desarrollo de proyectos y señales claras de seguridad jurídica, estabilidad regulatoria y orden público en las regiones.
