

AgroSavia – Bajo el murmullo ancestral de la selva del Putumayo, se escribió la primera página de un proyecto transformador. Con voces unidas y manos comprometidas, el Resguardo Gonzaya Buenavista territorio ancestral del pueblo Siona, vivió un momento histórico con el inicio de la formulación participativa del proyecto: Implementación de sistemas productivos para la reactivación económica y la soberanía alimentaria del resguardo Gonzaya Buenavista del pueblo Siona, municipio de Puerto Asís, departamento de Putumayo. Este esfuerzo no es solo un proyecto; es un tejido de sueños y aspiraciones, un llamado a la acción que resuena en las raíces profundas de la cultura Siona. En alianza con la Corporación colombiana de investigación agropecuaria – AGROSAVIA, la Agencia de Renovación del Territorio (ART) y el Fondo Colombia en Paz, en el marco de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial – PDET, se están sembrando las bases de un futuro donde la soberanía y la economía florezcan de la mano con el legado ancestral.
En la Amazonía colombiana, el pueblo Siona se erige como un bastión de sabiduría ancestral. Con una rica historia que se remonta siglos atrás, este grupo indígena ha encontrado su hogar en el Departamento de Putumayo, donde aproximadamente 2,578 personas viven en armonía en tres (3) resguardos y nueve (9) cabildos. Su territorio abarca imponentes 19,400 hectáreas, extendiéndose entre los municipios de Puerto Asís, Leguizamo, Orito y Mocoa, tocando las fronteras de Ecuador.
El inicio de esta gran propuesta no fue solo una reunión: fue un encuentro de saberes, donde autoridades indígenas, líderes comunitarios, sabedores ancestrales y equipos técnicos de la ART Putumayo, dirigidos por el grupo de investigación de la oficina Sede Florencia y Costayaco, convergieron en un mismo propósito: construir desde las bases. Con metodologías interculturales y respeto sagrado por la autonomía indígena del pueblo Siona, se definieron los primeros pasos para levantar información que honre su visión territorial, enfatizando la propuesta en estos tres pedestales:
- La soberanía alimentaria como eje central, vinculando semillas nativas y sistemas agrícolas tradicionales.
- La economía local con enfoque étnico, promoviendo mercados que valoren la identidad cultural.
- La protección de las chagras espirituales, espacios sagrados que preservan conocimientos milenarios.
En el espíritu de esta iniciativa late un mandato claro: convertir la seguridad alimentaria soberana en un escudo contra el hambre. Aquí, las semillas no son solo vida: son actos de resistencia que alimentarán cuerpos, dignidad y autonomía del pueblo Siona. Pero el proyecto va más allá: es un puente entre tiempos, donde la economía local resurge con el rostro de la identidad, fusionando sabiduría ancestral e innovación para crear mercados que honren su historia.
En esta primera fase: más que un plan, es un pacto por el territorio y la conservación de lo ancestral. Este hito marca el inicio de la formulación participativa de la propuesta de inversión PDET, un modelo que no impone, sino que escucha. Cada línea de inversión e intervención se plantea sobre una base metodológica que se traza con un mandato claro: nada sobre los Siona, sin los Siona. Como gesto de compromiso de las partes, se planteó la celebración de una ceremonia espiritual de armonización en la cual, tanto la comunidad del pueblo Siona, como miembros de los equipos de AGROSAVIA y ART participarán para honrar las tradiciones, o como ellos expresan, sus formas y costumbres en cuanto a la toma de decisiones colectivas.
Este primer paso se centra en la formulación participativa del plan de inversiones PDET, asegurando que las intervenciones respondan a las necesidades reales de la comunidad. El proyecto se destaca por:
- Enfoque participativo:Las soluciones surgen desde las bases comunitarias.
- Fusión de saberes:Combina innovación agropecuaria (AGROSAVIA) con conocimientos ancestrales.
- Sostenibilidad:Protege la biodiversidad y fortalece la gobernanza indígena.
Este no es solo un proyecto: es un renacer. Donde antes hubo olvido, hoy florece la esperanza con raíces profundas. El Resguardo Gonzaya Buenavista demuestra que el desarrollo se construye con diálogo, tradición y corazón colectivo.
Las Chagras Espirituales: Estos jardines sagrados son más que tierra cultivada, son bibliotecas vivas, donde cada planta guarda un relato, cada surco es una oración y cada cosecha renueva el pacto con los espíritus del territorio. Protegerlas no es solo conservar, es rebelarse contra el olvido, asegurando que el conocimiento milenario siga guiando a las nuevas generaciones.
Unidad en la Diversidad: La Fórmula del Cambio
- Proyecto PDET: No como ente distante, sino como aliado que escucha.
- Comunidad: Voces unidas, decisiones colectivas, poder en las manos de quienes habitan el territorio.
- AGROSAVIA: Tecnología y metodologías que se inclinan ante el saber tradicional, creando soluciones con y para la gente.
Lo que viene: Un modelo de desarrollo que no llega en helicóptero, sino que nace desde la tierra, irrigado por el diálogo y fertilizado por la justicia social. Aquí, lo moderno no desplaza, se entrelaza con lo ancestral para teñir de esperanza el Putumayo. El PDET en Gonzaya Buenavista representa un modelo de desarrollo alternativo, donde lo moderno y lo ancestral se entrelazan para:
- Reducir la inseguridad alimentaria mediante sistemas agrícolas resilientes.
- Generar ingresos a través de economías propias y mercados justos.
- Preservar el legado cultural, especialmente entre las nuevas generaciones.
El proceso continuará con talleres participativos y la implementación de acuerdos, siempre guiados por la cosmovisión Siona. Como lo expresó un líder comunitario: “Este proyecto no es ayuda, es un derecho que lo construimos juntos”.
Para AGROSAVIA, este proyecto representa una valiosa oportunidad para aprender y cocrear junto a la comunidad Siona. Al empoderar a cada uno de sus miembros, se busca implementar un enfoque participativo que dé vida a un proyecto transformador. El objetivo es claro, fortalecer la seguridad y soberanía alimentaria, al tiempo que se preserva el invaluable patrimonio cultural del resguardo Gonzaya Buenavista. Juntos construiremos un futuro sostenible y lleno de identidad.
