

Colombiano – En la ciudad habitan alrededor de 260 personas pertenecientes a esta comunidad originaria del valle del Sibundoy (Putumayo).
Los gritos de jolgorio de los indígenas Inga del Putumayo, su música y sus trajes vistosos rompieron con la monotonía del centro de Medellín este martes.
Contrario a la tradición occidental que suele celebrar el año nuevo el último día de diciembre para dar la bienvenida a otro ciclo vital, esta etnia lo hace el 4 de marzo, y eso quiere decir que para ellos el 2025 sólo comienza este miércoles, 5 de marzo.
Otra diferencia es que para este pueblo originario del valle del Sibundoy la fecha tiene una connotación especial porque es además una ocasión para propiciar la reconciliación y la paz. Ellos lo llaman el Atun Puncha, que dedican a honrar al Taita Kuichi (padre arcoiris) y a la Alpa Mama (Madre tierra).

Se trata de un agradecimiento a la vida en el que comparten entre sí con sus danzas y con cantos que acompañan con los sonidos de cascabeles, bombos, flautas, zampoñas, luinas y el bututo, todos instrumentos tradicionales para alegrar el encuentro.
Al estar lejos de su tierra en el extremo sur del país, también esta es una manera de reivindicar sus costumbres y su cultura, mostrándole al resto de la ciudad que tienen su propia forma de habitar este territorio al que llegaron por diversas circunstancias y que los adoptó desde hace varias décadas.
El festejo comenzó en la mañana con un desfile que tomó como punto de partida la Plaza de las Luces y se extendió a lo largo del pasaje peatonal de Carabobo, por el sector de El Hueco, capturando las miradas de los comerciantes y los compradores que transitaban por la zona.
La mayoría caminó con sus cotizas y otros en el tipo de calzado que utilizan durante su cotidianidad en el ambiente urbano. Las mujeres llevaban esas especies de batas coloridas a las que ellas nombran como baidas y los hombres, sus respectivas ruanas tradicionales llamadas capisayos.
Tampoco faltaron los penachos hechos de plumas de guacamayas en las cabezas de los personajes connotados dentro del grupo ni en los niños que empiezan a entender la importancia de preservar su acervo.
