Según una investigación de Juanita Velez para el medio El País, el Parque Nacional Natural La Paya, que cuenta con más de 400 mil hectáreas de selva, ha sido invadido por el grupo armado Comandos de la Frontera.
Deforestación para crear trochas clandestinas. Según el más reciente informe de Parques Como Vamos, La Paya es el cuarto parque más deforestado de Colombia, con 8.759 hectáreas taladas en la última década, una superficie equivalente a la mitad del área urbana de Cali. Esta deforestación se relaciona con la aparición de trochas clandestinas, que ya suman 19.5 kilómetros, utilizadas para el tráfico de drogas.
Monopolización del tráfico. Según El País, raspachines y cocineros trabajan en la producción de pasta base de coca, un negocio que, tras una caída de precios en 2022, ha retomado fuerza con un aumento en la demanda de mayor pureza. La organización Comandos monopoliza la compra y gestiona su salida hacia Perú y Ecuador, donde cuenta con alianzas para la distribución.
Además del control del narcotráfico, la publicación denuncia que Comandos ha intentado extender el cultivo de coca entre las comunidades indígenas del Bajo Putumayo. En resguardos alejados del casco urbano de Puerto Leguízamo, miembros armados del grupo han ofrecido semillas e insumos a los pobladores, facilitando créditos que, para muchos, se han convertido en una trampa de deuda. Un líder indígena denuncia que Comandos ejerce presión para ampliar las siembras de coca con fines comerciales.
Contexto. Comandos de la Frontera controla el río Putumayo, una ruta clave hacia Leguízamo (Putumayo), mientras que en el río Caquetá, varios grupos armados, como el Frente Carolina Ramírez de Iván Mordisco, y el Frente Raúl Reyes, de alias Calarcá, se disputan el territorio. La llegada de Comandos ha intensificado el conflicto, afectando gravemente a la población civil, que enfrenta presiones, violencia y enfrentamientos entre estos grupos y las Fuerzas Militares.
No es el único parque nacional natural con presencia de grupos armados. En La Silla Vacía contamos cómo los funcionarios de parques tienen problemas para operar en nueve de los 11 parques de la Amazonía colombiana.