Pueblo nasa en Putumayo construye paz articulando su cosmovisión con Occidente

Publimayo

El Resguardo Indígena El Descanso se localiza en Puerto Guzmán, sobre la margen derecha del río Caquetá. Foto: Vivian Andrea Cantor Ávila, geógrafa de la UNAL, y Nicol Torres, Unimedios.

ADN-UNAL Construir paz y territorio a través de la articulación de los conocimientos propios y los de Occidente fue el objetivo de la política utilizada por la comunidad nasa del Resguardo El Descanso (Puerto Guzmán, Putumayo) para sobrevivir al conflicto armado en el cual sus comunidades fueron víctimas de asesinatos, desapariciones, ejecuciones extrajudiciales y masacres entre 2000 y 2010

Para analizar este contexto y la puesta en marcha de esta política de construcción de paz entre el pueblo indígena y los diversos actores presentes en el territorio, la geógrafa Vivian Andrea Cantor Ávila, magíster en Geografía de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), adelantó el estudio “Territorio para la paz y paz para el territorio. La experiencia del pueblo nasa de El Descanso en Puerto Guzmán, Putumayo, Colombia”.

En su trabajo identificó que para construir la paz y el territorio, además de hacer de la resistencia su bandera, el Resguardo El Descanso reivindicó el hecho de ser indígenas, combinando la espiritualidad con el uso de herramientas de Occidente como las tecnologías de información geográfica para elaborar mapas y cartografía, y así mantener su autodeterminación.

Para entender mejor la construcción de estos ensamblajes y de la participación de los diferentes actores en la configuración de la paz y el territorio, la magíster Cantor recomienda ubicarse en dos escenarios: (i) las políticas públicas de paz, las cuales abarcan las iniciativas y los programas implementados por el Estado colombiano para construir la paz en el territorio nacional, y (ii) los procesos de construcción de paz de las comunidades, escenario centrado en las iniciativas y acciones desarrolladas por los nasa de forma autónoma, al margen de las instituciones estatales.


Publimayo

Un ejemplo del primer escenario es la relación de los nasa con el Estado en el marco de la implementación del Acuerdo de Paz de 2016, es decir su posición frente al Plan Nacional Integral de Sustitución (PNIS) y al Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET). Cabe resaltar que una de las características más novedosas del Acuerdo es la adopción del enfoque territorial, mediante el cual el Gobierno introdujo el concepto de “paz territorial” para reconocer que se deben implementar acciones que respondan a las especificidades de los lugares más afectados por la guerra, en este caso Puerto Guzmán, además de otros territorios en Putumayo.

Por otra parte, las iniciativas y acciones autónomas de los nasa se refieren a las acciones que las comunidades indígenas adelantan en su cotidianidad. Estas estrategias no son creadas por actores institucionales sino que se relacionan con la paz, ya que las comunidades enfrentan el conflicto en el territorio con prácticas colectivas que permiten construirla bajo sus propios ritmos y cosmovisiones, mas no como lo dicta la institucionalidad.

La tradición y el Occidente

Para llevar a cabo los procesos de construcción de paz y del territorio, el pueblo de El Descanso puso en marcha una política ontológica (que relaciona lo humano con lo no humano) para articular su cosmogonía con los conocimientos de Occidente y defender el “ser indígena” en medio de una historia de dominación colonial e hibridación cultural.

Un ejemplo de esta articulación son los procesos de interlocución estatal, mediante los cuales las comunidades indígenas usan tecnologías de información geográfica para elaborar mapas y cartografía. Para esto, algunos comuneros se capacitaron en el diseño de manuales y formas correctas de tomar coordenadas con Sistemas de Posicionamiento Global (GPS), mientras otros ya tenían la formación técnica a partir de experiencias de educación formal. Posteriormente descargaban la información y la enviaban en archivo Excel a través de correos electrónicos o mensajería instantánea junto con dibujos explicativos sobre cómo unir los puntos.


Publimayo

Así se elaboraron los mapas que muestran la caracterizaron tanto de los espacios productivos y de economía propia como de la infraestructura de la vivienda y de los lugares de concentración espiritual en el Resguardo, los cuales se entregaron a los Ministerios.

Lo anterior llevó a tomar decisiones sobre que se podía y debía hacer en su territorio (autonomía), evitar la vulneración de derechos territoriales derivada del ingreso de los operativos de la Fuerza Pública, y lo más importante: la inclusión al PNIS para ser beneficiarios de proyectos productivos.

Aquí se combina el desarrollo tecnológico de Occidente con las cosmovisiones propias, con el objetivo de afirmar su forma de ver el mundo y posicionarla en las discusiones de titulación colectiva y las alternativas de desarrollo económico después de varias décadas de pasar desapercibidos por el aparato estatal.

Otra práctica adoptada por el pueblo nasa en defensa de su ontología y de la construcción de paz y territorio tiene que ver con las acciones de autodeterminación en la reconstrucción del tejido social y ecológico del territorio, es decir acciones centradas en restablecer relaciones entre los grupos étnicos y el Estado para proteger tanto sus costumbres y prácticas espirituales como la armonización, el pedido de permiso a la madre tierra, la guía espiritual de las autoridades, entre otras.

Esta investigación abre la puerta a nuevos estudios sobre cómo otros pueblos indígenas construyen paz territorial, además de conocer otras formas de construir paz en Colombia. Es necesario promover el reconocimiento de las ontologías relacionales de las comunidades para que las políticas públicas respondan a sus necesidades y realidades.

“La construcción de la paz se debe orientar a la protección de los territorios colectivos y la vida de las comunidades que los habitan, para garantizar su autonomía y desarrollo”, concluye la investigadora.


Publimayo