Caracol –
En el marco de la compleja situación de confrontación armada que afecta a la población civil en Putumayo y Caquetá y que dejó 11 muertos en los últimos días, el gobierno facilitará una reunión para empezar a desescalar el conflicto.
El comisionado de Paz, Otty Patiño, afirmó que dos grupos armados, con los que el gobierno colombiano mantiene conversaciones en distintos niveles, disidencias de alias Calarcá, con quien ya se ha establecido una mesa de negociación, y los Comando de Frontera, vinculados anteriormente a la Segunda Marquetalia, con quienes las conversaciones están en etapas iniciales, se sentarán en una misma mesa.
El comisionado afirmó que está coordinando esfuerzos para facilitar la reunión entre ambas partes. Sin embargo, esta reunión contará con la presencia del gobierno para garantizar que no sea utilizada como una oportunidad para unir fuerzas entre los grupos, sino para generar espacios de distensión y respeto hacia la población civil.
La protección de la población civil
El gobierno ha enfatizado que su principal objetivo es la protección de las comunidades afectadas por el conflicto.
Las denuncias sobre el impacto del grupo de Calarcá en la vida de las comunidades han sido motivo de preocupación, en especial respecto al dominio que ejercen sobre las organizaciones sociales.
Como lo afirmó el comisionado, el grupo disidente de Calarcá, aunque está participando en procesos de transformación territorial, enfrenta críticas en dos ámbitos específicos:
- Deforestación: Este tema ha generado debates que involucran a organizaciones campesinas e indígenas, ya que están deforestando diferentes zonas del país para obtener los recursos.
- Dominio sobre organizaciones sociales: Con los diálogos se están buscando mecanismos para garantizar que estas disidencias operen de manera libre y sin influencia armada.
Por otra parte, Patiño habló del desescalamiento del conflicto en estas regiones, asegurando que se entiende no solo como una reducción de las hostilidades, sino también como una oportunidad para liberar a las comunidades del control armado.
“De tal manera que el desescalamiento del conflicto, entendido como también la liberación de las comunidades, ha avanzado poco”. afirmó.