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Por : Germán Ortiz Ch.
Se adelantan por estos días en las instituciones educativas del departamento, los grados de bachillerato. Este es un momento de gran orgullo no solo para los estudiantes, sino también para sus padres, familiares y la comunidad educativa que ha sido testigo del esfuerzo, dedicación y compromiso con la formación de nuestros jóvenes.
El camino hacia la culminación de la educación secundaria no es sencillo. Requiere sacrificios, disciplina y, sobre todo, el apoyo constante de las familias. Cada graduación es una celebración del trabajo conjunto entre estudiantes y seres queridos, quienes han sido los pilares en este proceso de aprendizaje. El esfuerzo de los jóvenes y el acompañamiento de sus padres no solo les ha permitido superar las dificultades académicas, sino también crecer como individuos capaces de enfrentar los retos de un mundo cambiante.
Es importante reconocer que en cada uno de estos graduandos hay un futuro lleno de potencial. Las generaciones que hoy culminan su bachillerato están llamadas a aportar con sus conocimientos y habilidades al desarrollo de nuestra región y del país. El Putumayo, rico en diversidad cultural y recursos naturales, necesita de su energía, creatividad y visión para afrontar los desafíos que se avecinan.
Así, desde este espacio, extendemos nuestras más sinceras felicitaciones a todos los estudiantes que han alcanzado este logro, a sus padres por el esfuerzo y dedicación, y a los docentes que, con vocación, han guiado a estos jóvenes hacia la culminación de una etapa tan importante en sus vidas. Este es un momento de celebración y también de reflexión sobre los próximos pasos que deben dar, ya sea en el ámbito universitario, técnico o profesional.
Enhorabuena a todos los graduandos del Putumayo, y que este sea solo el comienzo de una vida llena de éxitos, aprendizajes y aportes significativos para la sociedad. ¡El futuro está en sus manos!