LaNación – Con fuertes reclamos a la CAM y la ANLA, el alcalde de Pitalito, Yider Luna, empezó a promover una gran movilización para exigir una solución al histórico riesgo del paso vehicular por Pericongo, entre el centro y sur del Huila. A la protesta se unirían mandatarios del Caquetá, Putumayo y Cauca.
n vista de que el tiempo avanza y aún sigue el reparo para ‘meterle’ mano al sector del Pericongo, en la vía que comunica al centro con el sur del Huila, el alcalde de Pitalito, Yider Luna Joven, asumió la vocería y se ha venido comunicando con los mandatarios del sur del Huila y el país para instarlos a unirse y, mediante una movilización pacífica, exigir una solución diligente.
Y es que, como en varias oportunidades LA NACIÓN lo ha advertido, Pericongo sigue en veremos por una licencia ambiental que nadie asume. Esa ‘papa caliente’, así como van las cosas, cuando ya deje de quemar, habrá generado muchos más estragos de los ya evidenciados. “Pericongo sigue siendo una muerte anunciada”, afirmó Luna Joven.
Sigue el ‘dolor de cabeza’
Mientras todo se resuelve, este sector, en jurisdicción de Timaná, continúa siendo el mayor reto en materia de seguridad vial para la Concesionaria Ruta al Sur, el Gobernador del Huila y los alcaldes de los municipios aledaños.
A medida que avanza el proyecto de la Ruta 45, que será culminado en su gran mayoría en junio de 2025, se agota el tiempo para concluir la unidad funcional 4 (Garzón-Pitalito-San Agustín), con el arreglo en Pericongo. Así lo ha dado a conocer en múltiples ocasiones el gerente general de la Concesionaria Ruta al Sur, Juan Carlos María Castañeda. Sin embargo, a pesar de las alertas por él emitidas, tantos meses después, no se concreta ninguna solución.
El funcionario ha expresado que, pese a todos los esfuerzos, no logró destrabarse esa dificultad de la licencia ambiental requerida para la ejecución de la obra.
“Seguimos con esa dificultad. Estamos un poco lejos de la solución de Pericongo, desafortunadamente, porque todo depende de la definición de la entidad que sea la llamada a dar los trámites de licenciamiento ambiental. Lo que hoy sí tenemos claro es que la construcción de la solución que está prevista requiere de dos años y a eso hay que sumarle el tiempo que se demore en definir el tema de la licencia ambiental, entonces, no estará lista en el tiempo que se tenía estimado”, explicó en junio. Y hoy, cinco meses después, el panorama no aclara.
Lo técnico está
Desde ese momento, se develó que ya existe toda la tecnicidad debidamente diseñada por el concesionario, pero no se ha podido desarrollar porque cuando fue presentada a la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, ellos indicaron que bajo ese planteamiento no se requería de un licenciamiento ambiental. Con dicho pronunciamiento, se procedió a buscar a la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, CAM, que, por el contrario, consideró que sí se requiere licenciamiento ambiental.
“En este momento nos enfrentamos a una situación sin salida porque no tenemos la claridad de quién tendría la competencia, en la medida en que se defina si requerimos o no una licencia ambiental. Esta controversia fue elevada por la ANLA al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, que concluyó que no era la entidad para pronunciarse y, por tanto, consideró que es el Consejo de Estado el encargado de definir esa disyuntiva que se debe dirimir lo más pronto”, sostuvo el gerente general.
Pero esa diligencia puede tardar meses e incluso años, por lo cual, el arreglo en ese sector se saldría de los tiempos establecidos y quedaría por fuera de la etapa preoperativa del contrato de concesión. “Eso quiere decir que en junio de 2025 nosotros esperamos entregar el 100% de la unidad funcional 4, excepto el sector de Pericongo. Es una dificultad grande”, afirmó en aquel momento.
“El silencio también nos hace cómplices”
El alcalde de Pitalito indicó que alzó su voz porque considera que el silencio de quienes están siendo víctimas los convierte en cómplices y “si no salimos las fuerzas vivas que actualmente representamos unos pueblos a defender el interés público, estaríamos contribuyendo a que no se realicen obras” que ya están contratadas.
“Es que la Ruta 45 es muy importante para el desarrollo económico de Colombia y cuando le hablo del país en general, no es solo del norte a sur, sino de sur a norte, porque recordemos que es la entrada del Pacífico, del Puerto de Buenaventura y también es la entrada de toda la comunidad de Ecuador. Infortunadamente, la obra más importante de esa concesión hoy no está clara y entre la ANLA y la CAM están delegando competencias, pero ninguno toma acciones para definir si hay necesidad del licenciamiento ambiental o no. Llevan meses tirándose la pelota”, aseguró el burgomaestre.
Comentó que su preocupación consiste, además, en que ya van a arrancar con la construcción de un nuevo peaje en el Huila, sin terminar el 100% del proyecto. Ahora bien, la concesionaria dirá que como no le dieron permiso para intervenir en el sector, se acabó la plata y el tiempo. Así salvarían responsabilidad porque se sale de su espectro.
“Un fallo del Consejo de Estado podría salir en 5, 8 o 10 años, lo que significa que el atraso en el desarrollo económico se vería reflejado, y además también, posibles siniestros que se puedan adelantar allí, teniendo en cuenta que es un sector que ya ha cobrado muchas vidas y normalmente muchos quedamos ‘secuestrados’ en el sur”, agregó la primera autoridad de los laboyanos.
Unidos en la movilización
Por todo lo expuesto, Luna Joven instó a unir fuerzas con todos los municipios y departamentos del sur, con quienes ya ha mantenido comunicación, para mirar si realizan un plantón o movilización pacífica, en aras de que le den celeridad al proceso.
Lo que buscan junto con Caquetá, Putumayo, parte del Cauca y sur del Huila, es que le entreguen las herramientas ambientales y jurídicas a la concesionaria para que esta haga la inversión que le corresponde.
El mandatario detalló que: “Ya hemos tenido comunicación con varios alcaldes, los cuales están de acuerdo en unirse en una sola fuerza. También hemos hablado con algunos líderes del gremio transportador y comunidad en general, quienes igualmente están de acuerdo con unirse. Podría decir yo que todos los alcaldes están de acuerdo porque a todos nos afecta lo mismo y hemos recibido desde luego el apoyo de los mandatarios de Isnos, Palestina y entre otros”.
Están atentos a las actas de una reunión que se desarrolló el 29 de octubre en la que participó la ANLA, la CAM y el Gobierno Departamental para mirar finalmente qué concluyeron, y de acuerdo a eso, se volcarán a las calles a exigir lo dicho. El 7 de octubre, Luna Joven envió un comunicado a los burgomaestres exponiendo su preocupación.
Aclaró que no están culpando a la concesionaria, sino que simplemente piden que realicen de manera prioritaria un Comité Técnico, Jurídico y Ambiental, entre las autoridades ambientales competentes para definir quién es el responsable de ese punto, para que se pueda adelantar la obra.
Tramitología burocrática
Para el gobernador del Huila, Rodrigo Villalba Mosquera, el obstáculo que se presenta se debe a una tramitología burocrática en unas entidades de la autoridad ambiental que “han dificultado resolver un tema de licencia ambiental o una zona de sustracción de área”.
“Esto alarga el proyecto y dificulta que la obra se entregue completamente porque hay una parte importante de la obra que es el viaducto del Pericongo que no va a poder entregarse a tiempo. Lo único que preocupa en el desarrollo de la concesión propiamente dicha es el tramo del Pericongo”, comentó el mandatario de los huilenses.
Lo que se pretende hacer
El gerente general de la Concesionaria Ruta al Sur, Juan Carlos María Castañeda, ha señalado que el sector es complejo desde el punto de vista técnico debido a que en la zona existe un nivel de fracturamiento de los taludes de tierra verticales y la activación de los procesos de inestabilidad pueden ser dados por movimientos telúricos. A esto se le suman los factores y variaciones climáticas.
De allí que en un principio dentro del contrato de concesión se había planteado un falso túnel que mantendría el trazado inicial, pero finalmente, antes de que se hiciera cesión del contrato, se introdujo una solución que consistía en migrar del corredor actual hacia la margen izquierda del río Magdalena, es decir, “nosotros pasaríamos a través de un viaducto y desarrollaríamos dentro de ese margen un tramo de vía cercano a 250 metros para salir nuevamente al norte con un nuevo grupo de viaductos, a empatar en la parte alta de Pericongo”.