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Colombia se ha posicionado entre los cinco países con las carreteras más peligrosas del mundo, según el último informe de la plataforma Finn. Este ranking resalta la grave situación de la infraestructura vial en el país, evidenciando varios tramos críticos que presentan serios desafíos para los conductores.
Uno de los tramos más problemáticos es la carretera que une Saravena (Arauca) con Pamplona (Norte de Santander). Gran parte de esta vía se encuentra en condiciones extremadamente malas, lo que dificulta significativamente el transporte. A pesar de los esfuerzos de mejora, solo se han completado tres kilómetros de reparación en varios años, afectando el flujo de bienes agrícolas y pecuarios.
La ruta entre Medellín y la Costa Atlántica, especialmente a través de Urabá y Yarumal, (sectores como El Socorro, Candelaria y La Frisolera, que conectan Yarumal con Puerto Valdivia). Estos corredores han sido descuidados durante mucho tiempo, y los tramos deteriorados presentan un riesgo constante para los transportadores y turistas. Las condiciones adversas y la falta de mantenimiento han convertido estos caminos en verdaderos obstáculos para el tránsito.
En el suroccidente del país, la vía Loboguerrero-Buenaventura, a pesar de algunas intervenciones recientes, sigue siendo una de las más complicadas. Los transportadores informan que el riesgo sigue siendo alto, a pesar de las mejoras parciales en la carretera.
El tramo más emblemático en esta lista es el conocido “trampolín de la muerte”, que conecta Mocoa (Putumayo) con Pasto (Nariño). Con 85 kilómetros de carretera, esta ruta se enfrenta a constantes derrumbes, abismos peligrosos y caminos angostos, requiriendo habilidades excepcionales por parte de los conductores para evitar accidentes graves.
Además del impacto en la infraestructura, Colombia ha registrado en 2023 una tasa alarmante de 15,42 muertes por cada 100 000 habitantes en accidentes de tráfico, según el informe de Finn. Esto sitúa al país como uno de los más peligrosos en términos de seguridad vial, aunque aún por debajo de líderes en accidentalidad como Arabia Saudita, Tailandia, Malasia y Kuwait.
A nivel global, los accidentes de tráfico siguen siendo una de las principales causas de muerte, especialmente entre los jóvenes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En América Latina, la situación es igualmente preocupante, con varios países enfrentando desafíos similares.