MEN – A través de una charla, el profesor Chamorro de la Institución Educativa Rural Puerto Colón compartió con nosotros su visión, experiencias y desafíos como docente en un entorno rural y multicultural.
Esta semana, el docente Anderson Darío Chamorro participó en el evento ‘Profes que Potencian la Vida’ que se hizo en el marco de la celebración del Día del Maestro para resaltar y destacar la labor de los educadores del país.
Es así como conversamos con el profesor Chamorro, quien es oriundo de Pupiales (Nariño) y trabaja desde hace tres años en la Institución Educativa Rural Puerto Colón de San Miguel (Putumayo) como docente del área de Ciencias Sociales de los grados 6° a 11°. Allí, ha desarrollado una ardua labor para la revitalización de la identidad cultural en esta comunidad rural.
Oficina Asesora de Comunicaciones Ministerio de Educación (OAC): Profe Chamorro, para empezar, ¿podría compartir con nuestros lectores un poco sobre San Miguel y su contexto geográfico?
Anderson Chamorro (AC): Por supuesto. San Miguel es un municipio ubicado en el suroccidente del departamento del Putumayo, en la frontera con Ecuador. Esta ubicación geográfica única ha generado una rica diversidad e intercambio cultural y económico. Por ejemplo, diariamente tenemos ciudadanos de ambos países cruzando la frontera para realizar sus actividades cotidianas. Tanto así que en nuestra institución educativa contamos con estudiantes provenientes del país vecino.
OAC: ¿Cómo es la experiencia de enseñar en una institución rural como la suya, donde los estudiantes atraviesan ríos para llegar a la escuela?
AC: En efecto, nuestra institución se encuentra en un entorno rural y algunos de nuestros estudiantes deben cruzar el río San Miguel en una lancha escolar para llegar a la escuela. Este proceso puede llevar alrededor de 40 minutos y es una muestra de amor e interés de nuestros estudiantes por acceder a la educación. Esta realidad nos motiva a brindar un ambiente educativo de calidad, que valga la pena el esfuerzo de cada niño, niña y joven por llegar a la escuela.
OAC: Usted en el conversatorio se refirió a la importancia de rescatar la identidad cultural. ¿Podría contarnos más al respecto?
AC: Claro, les comento que este corregimiento, Puerto Colón, históricamente ha tenido asentamiento de población afro y por eso nuestra institución educativa cuenta con un
80 % de estudiantes que son afrodescendientes, aunque también tenemos estudiantes de población indígena, ecuatorianos y venezolanos. Es por eso que desarrollamos un proyecto para rescatar la identidad cultural de los niños, pues observábamos que muchos de ellos estaban perdiendo conexión con sus raíces ancestrales, debido a la fuerte influencia de las nuevas tecnologías y las nuevas modas. Entonces decidimos emprender un esfuerzo por recuperar los cantos tradicionales, los alabaos y la gastronomía afro. Fue un proceso en el que involucramos a toda la comunidad educativa, fomentando la participación de los estudiantes, sus familias y la comunidad en general.
Una de las actividades que desarrollan los niños es ir con sus papás, abuelos y tíos abuelos para consultarles sobre los cantos y demás tradiciones, y después de un proyecto de investigación empezamos un proceso para rescatar la identidad de la cultura afro, por ejemplo, a través de la tradición oral. Esto ha permitido que los estudiantes se empiecen a identificar y se apropien de su cultura.
Estamos agradecidos con este reconocimiento del Ministerio de Educación y la oportunidad de participar con esta experiencia en el evento de Bogotá. Además, hemos podido estar presentes y ser reconocidos en el Foro Educativo Municipal y el Foro Educativo Departamental, así como participar en la reciente Feria Internacional del Libro de Bogotá, en el stand del Ministerio.
OAC: ¿Qué significa para usted ser docente rural?
AC: Ser docente rural es una experiencia única y gratificante. Significa ser un promotor del cambio y la transformación en la vida de nuestros estudiantes. Más allá de impartir conocimientos, implica ser un modelo a seguir en valores y motivarlos a explorar y descubrir su potencial en un entorno multicultural y diverso.
Y a pesar de las dificultades, de dejar mi tierra en Nariño, familia, amigos, la cultura, el clima, la comida, he encontrado en mis estudiantes un bálsamo, lo que me ha permitido apoderarme de la cultura y sentirme uno de ellos. Adicionalmente, me da fuerza recordar a mi abuela y mi tía, dos maestras que me inspiraron por esta vocación.
OAC: Por último, ¿cómo los docentes pueden potenciar la vida de los estudiantes?
AC: Creo firmemente en que los docentes pueden potenciar la vida de los estudiantes siendo ejemplos de valores y motivándolos a explorar y descubrir sus intereses y habilidades. Es fundamental salirse de los esquemas tradicionales de enseñanza, no limitarlos y ofrecer oportunidades para la investigación, la expresión artística y el aprendizaje experiencial. Al abrirles un amplio espectro de posibilidades de aprendizaje, estamos preparándolos para enfrentar los desafíos del mundo moderno con confianza y determinación.
La entrevista con el profesor Anderson Darío Chamorro Argoty nos deja claro que la labor de los maestros y maestras es de vital importancia para la formación integral y para la construcción de una sociedad en paz. Ellos son un faro de conocimiento y esperanza para las generaciones actuales y futuras.