RadioNacional – Desde el colectivo Pensamiento Cananguchal se trabaja por la defensa de estos humedales que se encuentran en Putumayo.
En la Amazonía colombiana se encuentran los cananguchales, estos bosques son el hábitat de las palmas Mauritia Flexuosa, conocidas popularmente como las cananguchas. Este ecosistema cumple una función importante para el bioma amazónico, puesto que son humedales que conservan cantidades considerables de agua.
La palma de canangucha tiene la capacidad de retener agua y filtrarla al recoger las aguas negras de la Amazonía. Aguas que son denominadas de tal manera por su color debido a microorganismos y minerales de la tierra.
Después del proceso de filtración que realiza la palma de canangucha, el agua finalmente desemboca en los ríos, de ahí su importancia en los territorios que se encuentra este ecosistema.
Esta palma también tiene un significado especial para las comunidades indígenas de la Amazonía colombiana, allí le llaman el árbol o palma de la vida. Para el pueblo indígena Murui Muina del Putumayo, es fuente de vida espiritual, ya que de su fruto se prepara la Caguana, una bebida ancestral que se sirve en encuentros de ceremonia para la comunidad.
Según sea el tamaño o la extensión de los cananguchales, así mismo se podrá encontrar variedad de biodiversidad. En un cananguchal menor a cinco hectáreas habitan aves como las Guacamayas y otras de distintas especies. Cuando el ecosistema supera esa extensión, pueden habitar jaguares, culebras, venados, cerrillos, entre otros.
Pensar por los cananguchales
Luego del estallido social que ocurrió en Colombia en el 2021, surgió en Puerto Asís, Putumayo, el colectivo Santa Dignidad.
Este grupo integrado por siete personas de distintas edades tenía como objetivo la defensa de su territorio y sobre todo de los cananguchales. Al considerar la importancia del ecosistema por el cual estarían trabajando, decidieron cambiar el nombre del colectivo, así lo explica Anarchis Rojas, vocero del grupo.
“Cambiamos por Pensamiento Cananguchal, pasamos a este nombre más profundo, en una conversación con el pueblo indígena Siona del Bajo Putumayo, un abuelo nos habló del pensar. Ellos a través de la medicina del Yagé se podían conectar, tener un diálogo para aconsejar, decidir, proyectarse o sanar, todo desde los pensamientos. Esa palabra nos pareció bonita, porque queremos pensar por los cananguchales”, explicó.
Desde el colectivo Pensamiento Cananguchal se trabaja por la defensa de estos humedales que se encuentran en Putumayo.
Este ecosistema es el hogar de aves insignia para esta región como la Guacamaya y también sirve de fuente de alimento para pueblos originarios, con el fruto que da la palma de canangucha.
La fruta de canangucha gracias a sus propiedades puede degustarse en bebidas como chicha, vino y en alimentos como natillas, postres y mermeladas.
“Se habla mucho en el Putumayo de que la Guacamaya es su ave emblemática, pero no cuidan los cananguchales. Lo que hacen con este ecosistema, es rellenar los humedales, cortar las palmas, generar ganadería extensiva y ahí desplazan las aves y quitan su alimento. Así como para los páramos es tan importante el frailejón, así de importante es la palma de canangucha para el Amazonas”, puntualiza Anarchis Rojas.
Arte y activismo por la defensa de los cananguchales
Anarchis Rojas, miembro del colectivo Pensamiento Cananguchal, es artista y activista por la defensa de estos ecosistemas. Desde su oficio como muralista, usa esta herramienta para comunicar y hacer pedagogía acerca de los cananguchales y su riesgo de extinción. Este artista considera que el muralismo en la ruralidad es un trabajo articulado con las comunidades para visibilizar las problemáticas que enfrentan estos territorios.
“Vivo en el bajo Putumayo, siempre he estado cerca del conflicto, desde el arte hablo del desplazamiento, no solo el de los humanos, sino también el de la fauna, a causa de la deforestación, contaminación, presencia de multinacionales y monocultivo. En medio de todo esto uso el arte para enviar el mensaje de que a estas problemáticas hay que buscarles solución,” expresa Anarchis Rojas.
Desde el colectivo Pensamiento Cananguchal, se han realizado ilustraciones con serigrafía, que resultaron estampadas en camisetas y postales. Esto le ha permitido a Anarchis Rojas mostrar a cada uno de los destinos que va, qué son los cananguchales, la importancia de estos humedales y los factores que están poniendo en riesgo su existencia. Todo esto con el fin de que las personas cuiden y defiendan la palma de canangucha y comprendan lo que contribuye al bioma amazónico.
Anarchis Rojas asegura “nosotros como colectivo hemos pensado varias cosas, la idea de que desde el arte se siga generando conciencia. El problema es que no hemos logrado financiar los proyectos que tenemos, lo que hacemos es participar en convocatorias para tener el presupuesto. El arte es una buena herramienta para comunicar y generar conciencia acerca de la riqueza que tenemos pero que no estamos protegiendo.”
Pensamiento Cananguchal, está generando una red de tejidos con otros colectivos ambientalistas desde el alto hasta el bajo Putumayo, para tomar acciones que prolonguen la existencia sin contaminación de los cananguchales y las fuentes hídricas en este territorio amazónico.